Corría el año 2000, nos encontrábamos en plena burbuja tecnológica, y recuerdo que todo era felicidad y optimismo. Las rentabilidades de las bolsas durante la década anterior habían sido sencillamente espectaculares. Por aquel entonces, yo ya llevaba varios años operando en el mercado de valores, aunque mis sistemas estaban totalmente basados en el análisis fundamental. […]