Hoy finaliza el mes de abril y la temporalidad anual positiva para las bolsas. La estadística de comportamiento del mercado tomada desde el año 1950 refrenda las estrategias de mercado basadas en asumir riesgo en renta variable sólo entre el día de todos los santos y el último día de abril. Durante el periodo de muestra analizado, el Dow Jones Industrial Average ha conseguido una rentabilidad del +7.5% en la estacionalidad positiva y sólo un 0.3% en la mitad de año negativa que mañana comienza.
Se trata de una de las estacionalidades de mercado más consistentes hasta ahora conocida.
Un inversor que decidiese invertir $10.000 en el SP500 en el año 1950 sólo durante el periodo favorable (comprar el día después de Halloween y vender el 30 de abril) habría conseguido multiplicar su dinero varias veces, con menor volatilidad que el índice y menos sustos.
Quien, por contra, hubiese estado invertido sólo en el periodo abril-octubre tendría hoy una rentabilidad real negativa.
La estrategia es sencilla aunque puede fallar principalmente porque su aplicación depende de una disciplina férrea de la que no todo inversor puede presumir. Cabe mejorar la estrategia mediante la aplicación de indicadores / osciladores de medio y largo plazo, como lecturas de RSI, MACD, Bullish Percentage Index y/o estocásticos que confirmen señales y activen operativa.
Este año es atípico como ninguno otro en casi un siglo, la pandemia está causando estragos y además es año presidencial USA, ambos factores de peso y con incidencia en los mercados. A pesar de lo acontecido entre el 20 de febrero y el 23 de marzo, caídas históricas del as bolsas, el periodo noviembre-abril está resultando positivo para el índice líder de la bolsa americana, el Nasdaq registra alzas próximas al 8% desde el pasado día de Halloween.
NASDAQ-100, diario
Este año es de particular interés para los inversores, la pandemia ha creado un entorno peligroso marcado por inactividad económica, cierre de empresas, aumento del paro, caída de beneficios empresariales, déficit monstruosos, etcétera…
La situación es extremadamente delicada y el pronóstico tan evidente que ha conseguido, por una vez y sin que sirva de precedente, concitar el consenso unánime de los economistas ahora que todos reconocen recesión a la vista.
Otra cosa son los matices acerca de la profundidad, si será o no depresión, cuánto durará, si se reconocerá en alguno de los tipicos formatos en V, en U, W o incluso la temida e innombrable L, o habrá que inventar alguno nuevo…
En condiciones normales, las recesiones se prolongan durante varios trimestres, provocan correcciones bursátiles severas, de media suelen superar el 50% de pérdida de capitalización, y además provocan una caída en los beneficios empresariales -S&P500- media del 26.5% según cálculos desde el año 1945.
Según la agencia Standard & Poor’s, los beneficios por acción del S&P500 alcanzaron los $157.12 el trimestre antes del inicio de la recesión en beneficios empresariales (también de márgenes) iniciada a principios del pasado año. De esta forma, un descenso típico de recesiones conducirá al ratio BPA -beneficio por acción- hacia los $115.48.
El PER o ratio que relaciona el precio de las acciones con el beneficio por acción es hoy alto y aún no contempla la caída de beneficios media esperada (la dureza de la situación apunta a caídas del BPA mayores que las observadas en otras recesiones). El mercado podría caer alrededor del 30% sólo para descontar la caída esperada de los beneficios y aún el PER se mantendría en niveles elevados comparados con su media histórica.
Una empresa global y presente en cada rincón del globo como Caterpillar -CAT-, considerada termómetro de la actividad económica global ha presentado sus previsiones a través de «conference call» indicando que «la pandemia evoluciona de manera significativamente más severa y caótica de lo previsto » y dicen no tener siquiera pistas acerca del impacto final y la caída real de la actividad y beneficios para este año.
Ni las empresas pueden estimar previsiones certeras, imaginen los analistas, los datos macro y micro que van siendo publicados reflejan la imagen de una catástrofe comparable con la de la depresión de los años 30, pero los inversores están decidiendo interpretar el caos en clave compradora de acciones.
El mercado, de nuevo, se encuentra ante una situación conocida y que requiere consideración. Cierto optimismo de los inversores particulares, quienes están aumentando compras de acciones según estadísticas de actividad de los inversores elaboradas por Bank of America. Optimismo de pequeños inversores enfrentado al pesimismo que presenta la actividad de los expertos en las últimas dos semana, gestores de fondos y Hedge funds están en posición claramente vendedora. mientras que las posiciones acumuladas por las empresas para autocartera han caído fuerte.
Un combinado de fuerzas peligroso para el futuro de las cotizaciones, los expertos y avezados inversores no se fían del mercado después del potente rally de las últimas semanas y venden a los inversores menos informados que compran mirando al espejo retrovisor, ilusionados con las subidas.
Estos indicios estacionales, de valoración, sentimiento y otro amplio cúmulo de argumentos de carácter técnico, de pauta o de posicionamiento COT, inducen a esperar un giro de mercados próximo como escenario de mayor probabilidad, para el que hemos dispuesto distintas estrategias (reservado suscriptores).
DOW JONES, 60 minutos.
DAX-30, 60 minutos.
Frente a las ilusiones de unos inversores particulares guiados por la ilusión e imagen del rally pasado, la confianza del consumidor ha sufrido un rápido y durísimo revés, la última encuesta refleja gran preocupación al haber experimentado la caída mensual más fuerte registrada en la serie histórica.
Además uno de los testigos más fiables para anticipar recesiones, la diferencia entre las condiciones de confianza actuales y futuras, presenta una imagen inequívoca.
Esta tarde finaliza la reunión de mayo del Comité de Mercados Abiertos de la FED -FOMC- y el Sr Powell ofrecerá a las 20:30 hora española rueda de prensa. La FED es el único aliado real para justificar las ilusiones y compras de acciones de los inversores particulares y los mercados estarán muy pendientes de sus declaraciones de hoy, especialmente porque se producirán después de la publicación del dato preliminar de PIB del primer trimestre, para el que el consenso de Wall Street apunta contracción del -4.3%. Veremos!.
El impacto del COVID en la economía global será severo y los precios de las materia primas parecen descontar un escenario inquietante. El potente desplome de los precios del crudo es un aviso serio, quizá la segunda gran depresión?, y no debe ser tomado a la ligera por mucho que el Sr Trump continúe intentando regar con dinero (creado desde los laboratorios de liquidez de la FED) un sector ahora en ruinas, ineficiente, deficitario y problemático que da empleo directo e indirecto a cerca de 10 millones de trabajadores en USA.
WEST TEXAS, semana
Más concretamente, los adjetivos dedicados al sector se dirigen al subsector de producción de petróleo «Shale», vía uso de fracking, perforación horizontal o tecnologías no convencionales, un área completamente encharcado con unos costes disparados que hacen económicamente inviable la producción a los precios actuales.
Mientras que el precio del crudo cotice por debajo de $40 por barril, la práctica mayoría de actores pierde dinero. El West Texas ayer cerró en $12, de forma que el subsector necesita una explosión alcista del precio superior al 235% sólo para alcanzar break even. La administración americana, liderada por Trump, parecen dispuesta a enterrar dinero nuevo (creado ad hoc por la FED) en un sector ruinoso, imaginen!.
Antonio Iruzubieta
www.antonioiruzubieta.com – Información en cefauno@gmail.com