El turismo es el motor de nuestra economía y del empleo. Es fácil deducir que sin la recuperación del turismo no habrá recuperación de la economía. El impacto potencial en la destrucción de puestos de trabajo podría alcanzar los 2,6-2,8 millones de empleos y 124.000 millones de euros para la economía española.
Es digamos la medida de presión que el sector utiliza para que el Gobierno tome medidas para que los hoteles vuelvan a abrir cuanto antes, eso sí, con una serie de protocolos de seguridad (mamparas en recepción, distancias en los restaurantes, limpieza a fondo en las habitaciones).
Meliá Hoteles no sólo está sufriendo por el tema de la pandemia del coronavirus que lastra todo el sector del turismo y ocio, también tiene otros frentes como los destinos alternativos de Turquía y Egipto, el Brexit, la inseguridad en el Caribe. A ello se suma el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para su plantilla.
Ahora que parece que se está alcanzando un techo en lo referente al número de contagios y de fallecimientos, las compañías hoteleras están terminando de estudiar el contexto en el que van a tener que trabajar, elaborando diversas medidas y estrategias para implementar de cara al verano y tratar de minimizar en la medida de lo posible la elevada caída de la demanda.
Una de las estrategias consistirá en vender activos inmobiliarios, aunque esto lo harán sobre todo aquellas que no cuenten con demasiada liquidez. Otras negociarán con los arrendadores una rebaja de la cuantía que pagan en concreto de alquiler. Y aquí se encontraría Meliá Hoteles que dispone de 388 hoteles, de los cuales 116 hoteles están en régimen de arrendamiento, lo que viene a ser en torno al 30% de la totalidad de su cartera de activos. Y es que tendrá que pagar 305 millones de euros durante 2020 (600 millones en el periodo 2020-2025).
Pero pese a la actual coyuntura en la que se encuentra inmersa, algunas cuestiones han seguido hacia adelante, como es el caso de la recompra de acciones para evitar un castigo más severo de sus acciones y hacerse con títulos más baratos. Por ejemplo, la compañía ha adquirido más de 3,26 millones de acciones por las que ha pagado 14,6 millones. La mayor operación la realizó el pasado 25 de marzo haciéndose con 245.000 títulos por un precio medio de 3,682 euros. Es decir, sólo ese día destinó casi un millón de euros. Generalmente es una medida que favorece a los directivos y a los accionistas.
Y cuando las cosas están así, es inevitable la aparición de los fondos buitres que tienen en su punto de mira al sector hotelero. En principio, si antes de 6-8 meses el sector logra empezar a recuperarse, no habrá demasiados fondos detrás, pero si la recuperación se alarga más tiempo, aparecerán en mayor cuantía. Así pues, 2021 será el momento clave.
Una vez se ha dado por perdido el turismo internacional para lo que resta de año, todos los esfuerzos se centran en el turismo nacional con importantes rebajas en los precios. Pero la mayoría de hoteles no tendrán suficiente con únicamente la demanda nacional y necesitarán irreversiblemente liquidez para no caer en los fondos buitres. Los cálculos apuntan a que el sector necesitaría entre 8.000 y 14.000 millones de euros para salir a flote, teniendo en cuenta que la pandemia y la crisis llevará a una caída interanual en la facturación en torno al 40% durante este año.
Meliá está preparando la apertura de sus hoteles para el próximo mes de julio (si el estado de alarma finaliza a finales de mayo o primeros de junio). El sector no se puede puede permitir el lujo de estar cerrado hasta diciembre y es por ello que la compañía española mira a China como esperanza viendo lo sucedido allí: en las últimas semanas han podido reabrir 3 de los 7 hoteles que tienen, por lo que ha sido un pequeño alivio ya que recuperan algo de liquidez.
Su volatilidad anual registrada a 30 sesiones es del 128% (la volatilidad anual del Ibex 35 registrada a 30 sesiones es del 72%). Así pues, sus acciones se mueven en la dirección de su índice de referencia, aunque con más volatilidad.
¿Es interesante comprar acciones de Meliá ahora? En mi opinión, no. La crisis económica va a ser intensa y en España más aún. El sector del turismo será seguramente de los últimos, por no decir el último, en salir del pozo, por lo que conviene tener paciencia y esperar.
¿Y desde el punto de vista técnico? Algunas cuestiones a tener en cuenta:
- – El suelo, al menos temporal, que ha gormado este año en el mes de marzo se produjo con un nivel fuerte de sobreventa, hecho que tiende a originar un giro de mercado, pero no confundir necesariamente con un cambio de tendencia, en muchos casos se trata de un fuerte repunte dentro de una tendencia bajista.
- – Tras una fuerte caída, si hay sobreventa y un fuerte repunte al alza, como es el caso, generalmente la subida suele alcanzar como primer objetivo el nivel Fibonacci de 38,2%. Con las acciones de Meliá se ha cumplido, la subida alcanzó ese objetivo.
- – Se está culminando un patrón simétrico en el que el precio se va moviendo dentro del rango de unas líneas convergentes que conforman un triángulo simétrico y horizontal. Por tanto, el precio se encuentra inmerso en un rango formado por dos directrices, una inferior y otra superior, la inferior es alcista y la superior es bajista. De esta manera, el precio evoluciona dentro de un rango convergente en el que los máximos son decrecientes y los mínimos son crecientes. Al igual que con los canales tendenciales y las directrices o líneas de tendencia, se le ha de exigir a esta formación gráfica, para su validez y fiabilidad, que el precio toque como mínimo dos veces tanto la directriz superior como la directriz inferior. Si el precio tiende a romper el triángulo por la parte del vértice del mismo, la fiabilidad del patrón se reduce.
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