El S&P 500 subió un 9,4% el martes, la mayor cantidad desde octubre de 2008, cuando el Congreso se acercó a un proyecto de ley de gastos sin precedentes para apuntalar la economía estadounidense afectada por el virus. El Dow Jones subió un 11,4%, su mejor ganancia desde marzo de 1933. Pero calma, ni antes se acababa el mundo ni ahora somos los mejores.
Con la crisis de 2008, pese a la intervención de la Reserva Federal con los tipos de interés y un paquete de medidas por valor de 700.000 millones de dólares, los mercados hicieron caso omiso, o mejor dicho, se tomaron su tiempo para reaccionar. La Bolsa cayeron otros 4 meses más, acumulando un descenso del -40% antes de reaccionar. No se trata de obsesionarse mucho con las comparaciones, porque se trata de dos crisis diferentes.
Al S&P 500 le ha llevado tan sólo 22 días pasar de sus nuevos máximos históricos a caer un -30%, una velocidad incluso mayor que en 1929 y 1987. Con una caída del -25%, el S&P 500 se encuentra en su peor mes desde el año 1938. El rango medio de movimiento diario en las últimas 4 semanas es de 4,65% (incluso en las últimas 20 sesiones tan sólo en 5 de ellas se movió menos). El siguiente gráfico muestra el porcentaje de movimiento diario de promedio del S&P 500 sobre una base de 20 días que se remonta a 1928.
Gráfico: Bespoke
Como se imaginarán, toda la subida que llegaron a acumular los mercados de Wall Street con Trump de Presidente (8 de noviembre de 2016) se han evaporado. El Dow Jones ha perdido más del 30% de su valor en poco más de un mes, el S&P500 similar, mientras que el Nasdaq mantiene el verde a duras penas (todo ello en el momento de escribir éstas líneas).
En el Dow Jones, la caída desde sus máximos fue de un -33%, similar a la experimentada con el pinchazo de la burbuja tecnológica en el 200-2001. Eso sí, todavía muy lejos de la caída de -54% que sufrió en el 2008 y ya ni les digo la caída de -89% durante la Gran Depresión. Pero aunque las caídas actuales están lejos de estas dos marcas, lo que sí ha batido es la velocidad de los recortes, ya que esos dos hitos históricos se produjeron en varios meses, en cambio la caída actual ha sido en menos de un mes.
Mientras, el índice bancario europeo en situación delicada, pueden ver en el gráfico la zona clave que siempre que fue tocada logró detener el avance de más caídas (en 2009, 2011, 2012, 2016, 2019), pero ahora en 2020 ha empezado a perder dicha zona, al menos de momento.
La volatilidad se disparó este mes. Fíjense que cinco de los ocho niveles de cierre más altos en la historia del VIX ocurrieron durante este mismo mes. Solo los picos de volatilidad que ocurrieron durante la crisis financiera de 2008 vieron algo similar.
Y los bancos centrales…
En el mundo de las divisas también están reaccionando los Bancos Centrales. Los últimos dos casos han sido los siguientes:
– El Banco Nacional de Suiza parece haber realizado la mayor oleada de intervenciones en el mercado de divisas en cuatro años al tratar de controlar su moneda y proporcionar liquidez al mercado. El aumento de los depósitos sugiere que el banco ya ha comenzado a cumplir su amenaza de la semana pasada de vender el franco más agresivamente para evitar una excesiva fortaleza de la moneda helvética.
– La corona noruega tuvo el martes su mejor día frente al dólar y el euro después de la promesa del banco central de intervenir en los mercados de divisas (por primera vez en dos décadas). Y es que la corona fue golpeada por una venta histórica a principios de este mes, ya que los efectos de la caída de los precios del petróleo y la debilidad económica causada por el coronavirus dejaron a Noruega particularmente expuesta.
Respecto al oro, decir que tras marcar máximos de 7 años este mismo mes, concretamente el pasado 8 de marzo, cayó un -11%. Esto es debido a que los inversores, ante tales desplomes de las bolsas, han preferido vender sus compras de oros que tenían como cobertura a la renta variable y de ésta manera, aunque pierden por sus acciones de compañías, al menos ganan por la venta del oro logrando compensar en parte esta sangría. Y es precisamente ese elevado volumen de ventas de oro lo que ha motivado la caída de su cotización. Además, el oro suele caer en la fase inicial de los mercados bajistas y luego se recupera (por ejemplo, en 2008, en noviembre, cayó -20% y luego subió de 707 a 1909 en 3 años).
Ya comenté en otro artículo anterior que la historia nos ha mostrado que desde la Segunda Guerra Mundial, de media, los mercados bajistas han durado 14 meses. El mercado bajista más corto para el S&P 500 fue en 1990. Duró casi tres meses, cayendo un -20% en ese período. El más largo duró 61 meses y terminó en marzo de 1942, acumulando una caída de -60%. De media, un mercado bajista para el Dow Jones dura 206 días, mientras que el período bajista promedio para el S&P 500 es de unos 146 días.
Seguramente no asistamos a un suelo de mercado hasta que el número de contagiados por coronavirus no marque un pico. De momento, los expertos sanitarios no se ponen de acuerdo, unos hablan de mediados de mayo, otros de mediados de abril. Así pues, habrá que tener paciencia y esperar acontecimientos.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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