¿Han escuchado hablar alguna vez del «índice del miedo»? Supongo que cualquiera que siga el mercado de valores de mercado con cierta continuidad, sí. Al índice de volatilidad VIX se le conoce popularmente en el mercado como índice del miedo, pues los altos incrementos de volatilidad están correlacionados con alzas en el temor inversor. Es más, este indicador tiene una importante correlación inversa con los mercados de valores en el corto plazo: Cuanto mayor es la volatilidad, mayor sesgo bajista presentan las bolsas. Ahora bien, dado que ese alza en la volatilidad y las caídas en las bolsas suelen ir aparejadas, este indicador tiene poco valor predictivo y operativo…hasta ahora.
En un reciente estudio realizado por el analista Nick Maggiulli, se detecta una correlación positiva de niveles extremos de volatilidad (VIX) y subidas en la renta variable. Maggiulli graficó el VIX desde 1990 situando el nivel de brotes de extrema volatilidad en los 40 puntos. Posteriormente vió que pasaba en el mercado de acciones (S&P 500) cuando el VIX superaba esos 40 puntos. Veamos los gráficos:
Como vemos, los niveles de pánico inversor (VIX por encima de 40) se han dado en ocho ocasiones desde 1990. Bien, pues sólo en dos de ellas las bolsas registraron caídas en las semanas posteriores a esa superación (en 2002 y 2008). En las 6 restantes los mercados de renta variable subieron en un plazo relativamente corto.
Maggiulli elaboró a continuación un mapa de calor de los retornos promedio en los próximos 3 meses, 6 meses, 1 año, 3 años… ante diferentes niveles del VIX. Veamos:
Como se puede ver, ante niveles de VIX más altos, también lo son los retornos futuros esperados.
Aunque el episodio actual puede ser como lo sucedido en 2002 y 2008, con caídas de los mercados de valores con índices de volatilidad elevados, los estudios también señalan que aún tomando los peores escenarios posibles, los altos niveles de VIX proporcionan unos rendimientos negativos menores que cuando el VIX es bajo.
Conclusión: ¡No tema la volatilidad, ámela!
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa