La crisis del coronavirus no cede, se expande y cobra víctimas en todo el mundo, al tiempo que los mercados bursátiles caen en forma vertical. La bolsa de Nueva York sigue sumando días negativos, y el miércoles, como viene sucediendo en los últimos días, fue interrumpida la sesión en Wall Street, ante una pérdida que parecía no encontrar un piso claro. Finalmente, el cierre de la sesión no fue tan negativo.
De todas formas, los futuros de los principales índices observan una modesta recuperación, que podría estar anticipando un día mejor para este jueves. Al tiempo, el petróleo recupera 3 dólares, pero después de tocar mínimos de 2003 en la zona de 20 dólares por barril WTI. La caída del petróleo se encuentra en línea con la escasa demanda del mismo, en un contexto en el que las líneas aéreas prácticamente no venden tickets, y la circulación de personas se ha restringido en forma casi total en gran parte del mundo.
Algunas divisas presentan precios que parecen de fantasía. La libra esterlina llegó el miércoles a 1.1450, el mismo nivel del sospechoso flash crash de octubre de 2016, un eufemismo que en su momento ocultó una burda manipulación de precios de la moneda británica. Exceptuando ese episodio, la libra no llegaba a este nivel desde 1985. Desde allí ya recuperó más de 200 puntos aunque en plena sesión europea vuelve a caer a 1.1530, formando una figura de continuación de tendencia -pennant- que podría desencadenar una caída mucho más importante de la libra en las próximas horas.
El euro se acerca a su mínimo anual de 1.0770, aunque el objetivo es 1.0720, donde dejó un gap en abril de 2017, y que estuvo cerca de cubrir el mes pasado. El euro sí siente el efecto de las medidas del Banco Central Europeo, que prometió otra montaña de dinero para tratar de estabilizar una economía del bloque que ya comienza a resquebrajarse.
En momentos como este nadie cuestiona la indisciplina fiscal, y tal pareciera que algunos países que jamás han tenido un comportamiento normal en este sentido podrían verse parcialmente favorecidos. La diferencia es que tanto Europa como Estados Unidos pueden emitir dinero sin que se dispare la inflación, cosa que no sucede en otras latitudes.
Con este panorama, los datos del calendario de noticias, que en los últimos tiempos habían perdido protagonismo por la guerra comercial, el Brexit y los incidentes de Medio Oriente, ahora se vuelven atractivos. La medición de las peticiones semanales de subsidio por desempleo, que tuvo su período de esplendor en la crisis de 2008, este jueves podría afectar al dólar parcialmente. Los permisos de construcción, conocidos el miércoles, ofrecieron cifras debajo de lo esperado. De todas formas, lejos están aún estos datos de pesar decisivamente en las tendencias diarias, con un impacto limitado al momento de su publicación.
Se inicia entonces una sesión americana que, al menos antes de su campanada inicial, parece ofrecer alguna modesta expectativa positiva. Claro está, en medio del caos general que impera en los mercados en estas semanas.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College