El Banco de Inglaterra recortó en un 0.5% su tasa de interés de referencia en el inicio de la sesión europea de este miércoles quedando a partir de ahora en un 0.25%. La medida no sorprende. Si bien la entidad liderada por Mark Carney (que será reemplazado por Andrew Bailey en las próximas semanas) tiene prevista su reunión de política monetaria para el próximo 26 de marzo, la emergencia derivada de la crisis del coronavirus no da tregua, y el banco central se ha visto forzado a tomar esta decisión.
El BoE había recortado la tasa por última vez en julio de 2016, apenas conocido el resultado del referéndum que decidió la salida de Reino Unido de la Unión Europea, y se trató de una medida preventiva. En aquella oportunidad, la tasa se ubicaba en un 0.5%, y también quedó en el 0.25%. Una vez que la situación se calmó, el BoE elevó la tasa de nuevo al 0.5%, para llevarla al 0.75% en agosto de 2018, cuando la inflación anual se acercaba al 3%, muy por encima del objetivo del banco.
Este recorte se encuentra en línea con el que llevó a cabo la Reserva Federal el martes de la semana pasada, que dejó su tasa en el 1%, y del Banco de Canadá, que recortó la misma al 1.25%. El jueves, el Banco Central Europeo mantendrá su reunión de política monetaria, y los mercados descuentan que habrá medidas de emergencia, que pueden incluir recortes de tasa, pero también un plan de estímulo a la economía, adicional al actual.
El BoE también implementó un paquete de estímulo, que antecede a la presentación ante el Parlamento del presupuesto de Reino Unido por parte del gobierno de Boris Johnson. La libra esterlina, que naturalmente cayó violentamente apenas conocida la medida del BoE, recuperó en su totalidad la pérdida sufrida, y se presenta alcista para el resto del día.
Este movimiento se puede justificar en el hecho de que los mercados esperaban alguna medida como la mencionada, si bien esta quedó fuera de calendario. Pero también, y esto sucede en este caso puntual, el paquete de estímulo podría derivar en la estabilización de la economía, evitando una entrada en recesión en los próximos trimestres.
El resto de las monedas principales presenta pocos cambios. Después del agitado lunes, y un martes que mostró un fuerte rebote de la bolsa de Nueva York, en la fecha los pares más importantes se mueven con escasa amplitud de precios. El euro mantiene una tendencia alcista en el gráfico de 4 horas, y la superación de 1.1355 podría estirar sus ganancias a 1.1405. Sin embargo, la proximidad de la reunión del BCE podría ralentizar su marcha alcista en la fecha.
El yen, por su parte, cae ante el dólar, luego de llegar a 105.92 el martes. Su recuperación posterior encuentra a la divisa nipona en 105.25, pero la tendencia sigue favoreciendo al dólar para el resto del día. La zona a tener en cuenta, al alza, aparece lejos, en 106.50.
El calendario de noticias incluye el reporte de inflación de febrero, aunque esta vez no tendrá efecto sobre el dólar. La Fed está ocupada en otros menesteres, como la estabilización de una economía que muchos opinan puede entrar en recesión en los próximos tiempos.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College