Muchas veces, ante una circunstancia excepcional, uno se pregunta como puede cambiarle la vida a una persona en cuestión de horas, a veces de minutos, a veces en un instante. Para bien o para mal. En un aspecto algo más terrenal, lo que está sucediendo en la bolsa de valores de Nueva York invita a pensar en cuestiones similares.
Cuando el 12 de febrero los futuros del Dow Jones, y el 20 de este mes, hace apenas 8 días, los futuros del S&P 500 tocaron sendos máximos históricos por última vez, nadie podía imaginar un desenlace como el que presenta este mes de febrero.
Huelga decir que la situación viene causada casi en exclusiva por la expansión del coronavirus, que sigue tocando nuevos puertos en todo el mundo, y cobra más víctimas día a día. La situación aparece fuera de control en varios aspectos, entre ellos el de la detección temprana del virus, por lo que cualquier noticia que apunta en esa dirección le da inmediatamente aire a los mercados.
Pero la caída del jueves en la bolsa luce casi histórica. El S&P 500 cedió más de un 10% en menos de una semana, y se encamina a su peor período desde agosto de 2011, cuando la crisis de 2008/9 aún daba coletazos, y los inversores se refugiaban en el yen y el franco suizo. Otros tiempos, sin dudas. Hoy, el franco es también buscado, pero menos, y con desconfianza; la maniobra del Banco Nacional de Suiza del 15 de enero de 2015 dejó sus consecuencias. Mire, el amigo lector, el gráfico del USD/CHF de ese día y le quedará más claro.
Los índices están, desde un ángulo técnico, quebrando líneas de tendencia importantes, sobre todo en los gráficos semanales. Aún mantienen sus tendencias alcistas de largo plazo, después de 11 años de alzas casi sin descanso. Solo se recuerdan dos crisis en la bolsa de China en 2015 e inicio de 2016, y la de diciembre de 2018, ante el recrudecimiento de la guerra comercial.
Esta nueva crisis, que se desató en pocos días, amenaza con hacer ingresar a la economía de Estados Unidos en recesión. Alemania prepara un estímulo fiscal, en tanto la OPEP más Rusia está a punto de anunciar el recorte de un millón de barriles de petróleo diarios, frente al récord mínimo de demanda que presenta el mercado. El barril WTI llegó el jueves a 45.95 dólares, su valor más bajo desde diciembre de 2018.
Y si se acerca una recesión, la Fed estará lista, como siempre lo dice su presidente, Jerome Powell, para recortar los tipos de interés. La medida, que sería festejada por el presidente Trump, podría tener lugar incluso en la próxima reunión del organismo, que mantendrá a mediados de marzo. Claro que el presidente no habrá soñado con encontrarse con este panorama a pocos meses de jugarse su reelección, aunque también debe saber que el tiempo juega a su favor, y la crisis no puede durar mucho tiempo más.
En este complicado contexto, las monedas principales se mantienen algo alejadas de la crisis bursátil. El euro se florea cerca de 1.1000, en tanto la libra no puede levantar cabeza, ante un Brexit que asoma catastrófico para la economía británica. El yen, siempre más sólido y tranquilo, crece a ritmo lento, ante la búsqueda de refugio.
La onza de oro no es en estos días el activo elegido, Probablemente vuelva a serlo si la crisis se mantiene en los próximos días.
Esta vez, el calendario de noticias, que incluye datos importantes, como el PMI de Chicago, el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, y el deflactor de inflación, no tendrán mayor efecto. Pero conviene prestar atención al informe que, una vez cerrados los mercados, se conocerá en China: el PMI de manufacturas se prepara para arrojar su peor caída en años, y bajaría a 45 puntos desde los 50 anteriores. Si esto sucede, el lunes será un día realmente movido en los mercados. La recomendación es no dejar posiciones en contra del oro y el yen, ni a favor de las acciones o los índices. Los fines de semana, en estos tiempos, suelen ser una usina de noticias difíciles.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College