Las acciones del gigante tecnológico mundial Microsoft atravesaron una buenísima racha en 2019. Los inversores impulsaron las acciones tras comprobar el explosivo crecimiento de las ventas. Esto creó fuertes expectativas de ganancias adicionales de cara a este año.
Actualmente las acciones de Microsoft —la compañía más valorada del mundo, con una capitalización de mercado de 1,4 billones de dólares— ya han subido alrededor de un 18% durante las primeras siete semanas de 2020, tras haber ofrecido rendimientos de alrededor del 60% a los accionistas en 2019. Las acciones cerraron ayer en 184,42 dólares, algo por debajo de los máximos históricos registrados el 11 de febrero en 190,7 dólares.
Este repunte de las acciones de Microsoft —que comenzó a mediados de 2016— no muestra signos de tocar techo, ya que el gigante del software basado en Redmond, Washington, se beneficia de la creciente demanda de sus servicios de computación en la nube.
Tras una masiva transformación a manos de la directora ejecutiva Satya Nadella, que comenzó hace más de cinco años, Microsoft se ha convertido en uno de los actores más poderosos del mercado de rápido crecimiento de la computación en la nube, haciéndose con la segunda mayor cuota de mercado, sólo superado por Amazon.
Cuando tomó las riendas de la compañía a principios de 2014, Nadella comenzó a diversificar los ingresos de Microsoft, hasta entonces centrados en sus motores de crecimiento tradicionales: Windows y Office. La compañía invirtió mucho en centros de datos y otras infraestructuras para ayudar a los clientes corporativos a ejecutar aplicaciones y almacenar información. El crecimiento en este segmento sigue avanzando sin cesar. En los cuatro trimestres de 2019, el beneficio de Microsoft se ha más que duplicado.
Pero ese repunte implacable de las acciones de Microsoft también deja a los inversores preguntándose si es un buen momento para comprar estas acciones de alto rendimiento. A pesar de una fuerte tendencia alcista respaldada por sólidos fundamentales, a algunos inversores les preocupa que las acciones tecnológicas en general se hayan movido demasiado y demasiado rápido, especialmente a raíz del brote del coronavirus en China y su propagación a nivel mundial, que ayer fue un catalizador de la venta masiva del sector tecnológico en Wall Street.
¿Corrección de mercado del 10%?
Goldman Sachs ha dicho a los clientes esta semana que una corrección a corto plazo, en la que el mercado descienda al menos un 10% a partir del último pico, «parece mucho más probable», ya que las acciones parecen «cada vez más expuestas» a un crecimiento decepcionante de las ganancias debido al brote del Covid-19.
Además, China juega un papel central en la cadena de suministro del sector manufacturero global, lo que hace vulnerables a muchas empresas tecnológicas. Casi todas las piezas principales de productos electrónicos se fabrican allí, desde el iPhone y las consolas de videojuegos hasta la mitad de las pantallas de cristal líquido (LCD) del mundo.
«Creemos que el mayor riesgo es que el impacto del coronavirus en los resultados bien podría subestimarse en los precios actuales de las acciones, lo que sugiere que los riesgos de una corrección son elevados”, dijo el analista de Goldman, Peter Oppenheimer, en una nota.
De hecho, las acciones de Apple Inc. descendieron el martes, después de que la compañía dijera que las consecuencias del coronavirus impedirían que cumpliera sus objetivos de ventas este trimestre. Pero a diferencia de Apple, que genera alrededor del 20% de sus ventas en China, Microsoft obtiene sólo el 1,8% de sus ingresos globales de la nación asiática.
Aparte de estos riesgos a corto plazo, los ejecutivos de Microsoft son bastante optimistas sobre el crecimiento futuro de las ganancias. Los márgenes brutos del negocio comercial de computación en la nube, que incluye servicios informáticos de Azure y aplicaciones de Office 365, se ampliaron hasta un 67 % en el cuarto trimestre. Y aunque los márgenes para el negocio aumentaron por cuarto trimestre consecutivo, en una teleconferencia el mes pasado, los ejecutivos dijeron a los analistas que la cifra debería seguir aumentando este año.
Su sólido dividendo y su excelente historial de pagos se suman al atractivo de Microsoft como inversión, especialmente durante una economía incierta. Desde 2004, cuando el gigante tecnológico comenzó a pagar dividendos, su pago se ha multiplicado por más de cuatro. El rendimiento actual del dividendo anual de Microsoft es del 1,09%, con un dividendo trimestral de 0,51 dólares por acción.
Por supuesto, las empresas que pagan dividendos fiables están en una posición mucho mejor para soportar la presión de venta que las que no lo hacen, haciéndolas menos volátiles en un mercado bajista ya que proporcionan ingresos garantizados y recurrentes a los accionistas.
En conclusión
A los inversores les siguen preocupando las previsiones económicas mundiales tras el coronavirus, así que la corrección de ayer de las principales acciones tecnológicas, incluida Microsoft, no fue sorprendente. Pero ese debilitamiento debería ofrecer una oportunidad de compra. Los fundamentales de Microsoft lo convierten en una apuesta segura a largo plazo en el espacio tecnológico.
Haris Anwar/Investing.com
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