- Los inversores impulsan las acciones, a pesar de los temores del coronavirus
- Sin embargo, los bonos del Tesoro y el oro siguen al alza también
- El dólar alcanza su cota más alta desde octubre
Incluso con el aumento de los temores en torno al coronavirus, y el número de muertos que ha aumentado hasta más 1.600 durante el fin de semana, incluyendo la primera víctima mortal fuera de Asia, los índices estadounidenses cerraron al alza por segunda semana. De hecho, tanto el S&P 500 como el Nasdaq Composite cerraron en nuevos máximos históricos el viernes, terminando la semana con una nota optimista.
Sin embargo, los bonos del Tesoro y el oro también subieron, lo que indica que los inversores siguen manteniendo la cautela.
¿Aversión o interés por el riesgo?
Con respecto a hacia dónde podrían dirigirse los mercados, tenemos ideas encontradas. Por un lado, últimamente nos hemos vuelto alcistas de mala gana, porque las acciones repuntaron saliendo de los rangos bajistas a largo plazo, manteniendo las tendencias alcistas a pesar de las preocupaciones en torno a los fundamentales. Aun así, el ciclo económico del mercado alcista más largo jamás registrado ya está muy avanzado, impulsado por un estímulo sin precedentes que ha permitido a los inversores hacer la vista gorda ante riesgos reales como la fase uno del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China que apenas ofrece ningún tipo de resolución, entre otras preocupaciones.
Así que, aunque nos hemos vuelto alcistas de nuevo a regañadientes, también estamos en alerta en busca de cualquier indicio de que el mercado toca techo por fin. Sin embargo, debido a las continuas preocupaciones en torno a la epidemia, no creemos que esto ocurra en este momento. Por lo tanto, incluso con las grandes preocupaciones a escala mundial sobre el Covid-19, seguimos defendiendo a regañadientes la trayectoria ascendente del mercado.
En primer lugar, las acciones mantuvieron su fuerza la semana pasada, registrando nuevos máximos históricos nada menos, incluso después de que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijera, hace apenas una semana, que los casos conocidos hasta ahora podrían ser sólo «la punta del iceberg». En esta coyuntura entonces, todos los inversores tienen que decidir si estos nuevos máximos son un signo de fortaleza para las acciones, pues los inversores mantienen la fe en el crecimiento económico, o si es sólo la euforia irracional impulsada por una burbuja —algo cada vez más difícil de evaluar. Una cosa es cierta, sin no obstante: esperamos una volatilidad considerable, con un entorno objetivo rico para los traders a corto y medio plazo.
El S&P 500 subía el viernes (+0,18%), hasta nuevos máximos históricos, siendo el sector inmobiliario, (+1,16%), el responsable del avance. El sector energético, sin embargo, fue un lastre para el índice (-0,53%).
Sin embargo, en términos semanales, el SPX sube un 1,58%. Es el segundo avance semanal consecutivo, que ha impulsado el índice ocho de los últimos 10 días, con un nuevo máximo histórico cada dos días y medio, ya que el índice ha subido en 15 de las últimas 19 semanas.
Siguiendo con la tradición, volvemos a enviar nuestra advertencia de una posible corrección, ya que la lucha del precio para lograr una nueva pata de la tendencia alcista se percibe como un posible parte superior de un gráfico de cabeza y hombros en proceso. El RSI podría estar formando el mismo patrón, proporcionando una divergencia negativa con máximos y mínimos descendentes en contraste con el precio en la misma duración.
El NASDAQ Composite también registra nuevos máximos históricos, (+0,2%). Técnicamente, el índice técnico era la imagen reflejada del SPX.
El Russell 2000 ofrece un bajo rendimiento (-0,4%); el Dow Jones de Industriales también desciende (-0,09%).
Mientras que las acciones siguen registrando nuevos máximos, el rendimiento de los bonos del Tesoro, incluso los de Estados Unidos a 10 años, registra su cota más baja desde octubre, mientras desarrolla un patrón que sugiere nuevos descensos, para probar los mínimos del 3 de septiembre registrados en 1,4.
El dólar cerró la semana por encima de 99,00 por primera vez desde el 9 de octubre, apuntando a los máximos registrados el 30 de septiembre en 99,38, necesario para mantener la tendencia alcista desde el fondo de febrero de 2018.
El oro cerró por encima de un patrón de continuación, aumentando las probabilidades de un repunte al alza y una ampliación de la tendencia alcista anterior.
El petróleo ha experimentado un viaje particularmente difícil. Primero se vio presionado por la guerra comercial, y luego exprimido por el coronavirus. Ahora se espera que Libia niegue al mercado su producción. Tal vez eso impulsaría el precio por encima de su nivel de resistencia desde junio.
En general, mantenemos nuestra postura sobre que el impacto de Covid-19 en la economía será a corto plazo, basándonos en el historial de anteriores epidemias similares. Pero por supuesto, sólo el tiempo lo dirá.
Pinchas Cohen/Investing.com
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