El hecho de ACS tendrá un lastre negativo de 400 millones de euros en sus cuentas por la decisión adoptada por su filial australiana Cimic de seguir apoyando financieramente a su participada en Oriente Medio BICC, le ha supuesto a la constructora española una seria corrección en los mercados. Y es que el 23 de enero abrió con un gap o hueco bajista (que aún sigue pendiente de cerrarse). Cimic no se quedó atrás y se desplomó un 19,70% en la Bolsa australiana a la vez que la alemana Hochtief caía un 8,80%.
No ayudó tampoco en Bolsa que el hedge fund más virulento en el mercado español, Marshall Wace, incrementase sus posiciones de cortos de 0,73% a 0,80% en ACS, pasando a ser el mayor bajista en la compañía, superando a AKO Capital con el 0,78%.
Pese a ello, la parte positiva es que este impacto de 400 millones de euros en las cuentas de ACS, en principio, sería compensado gracias a la mejoría de los resultados operativos, así como por las plusvalías logradas el año pasado, de manera que el beneficio anual rebasaría la barrera de los 950 millones de euros, que en definitiva era la previsión estimada.
A la pregunta de si ACS es una buena opción de compra de cara al presente ejercicio 2020, la respuesta es que sí y presenta razones de peso para argumentarlo:
- – Su fuerte diversificación geográfica (el 40% del ebitda se origina en Estados Unidos).
- – Dentro de su sector, es una de las constructoras menos apalancadas.
- – Su cartera de pedidos alcanzó recientemente los máximos históricos.
- – Tiene una interesante generación de caja tras la compra de Abertis.
- – Controla bastante los costes, de manera que es capaz de mantener sus márgenes.
- – Su plan de negocio se centra en impulsar la actividad de concesiones.
- – Lleva a cabo una adecuada rotación de activos.
- – Pretende crecer en países con una regulación estable.
- – Su precio objetivo ronda los 40 euros.
- – Respecto al dividendo, decir que reparte el 65% del resultado neto. Este mes de febrero repartirá 0,45 euros (el segundo será el próximo mes de julio), lo que supone una rentabilidad por dividendo superior al 1,50%, cuando a finales del año pasado rondaba el 1,26%.
Técnicamente hablando, pueden ver en el gráfico que acaba de alcanzar sobreventa, hecho que suele ayudar a la formación de un suelo de mercado o al menos a generar un rebote al alza.
Es preferible, para que la sobreventa actúe mejor, que venga a coincidir con un soporte. En este caso no lo hay, pero sí tenemos un nivel Fibonacci que pueden ver en el segundo gráfico. Los niveles claves de Fibonacci son los retrocesos del 38,2 %, 50 % y 61,8 %. En este caso tenemos el 50%.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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