El brote del “coronavirus” proveniente de China se ve en estas horas como el motivo más válido para justificar la caída de los mercados bursátiles en Estados Unidos. Sin descuidar que se trata de una situación importante, no parece una razón tan gravitante para influir en forma decisiva en las acciones principales, que el lunes frenaron su baja recién después de varias horas de transcurrido el inicio de la sesión americana. Las acciones de Wall Street tuvieron su peor día en varios meses, en tanto las acciones de compañías vinculadas al comercio con China, y las ligadas a la industria de los viajes son las que más sufrieron.
Las divisas principales, en tanto, muestran una cara bajista ante el dólar, por varios motivos. El euro, por caso, no logró conformar luego de una floja encuesta IFO de Alemania, dato que refleja el clima de negocios de ese país. Si bien el informe ha perdido impacto en el precio del euro, cuando el mismo se ve debilitado, cualquier cifra que no sea positiva suele impactar en su contra, y por supuesto lo mismo ocurre con el resto de las divisas.
La libra esterlina también se ve afectada por varios eventos. El primero es la reunión del Bank of England, que está prevista para el jueves, y en la que si bien no habrá recortes de tipos de interés, quedarán las puertas abiertas para un recorte en marzo o en mayo. El viernes, la ejecución del Brexit, al menos en términos protocolares, puede terminar por desbarrancar a la vapuleada divisa británica.
Por su parte, el dólar australiano y el dólar neocelandés, muy vinculados al comercio con China, principal mercado de exportación de Australia y Nueva Zelanda respectivamente, se ven muy débiles. El Aussie ve de cerca su mínimo de 10 años que tocó a inicio de octubre de 2019 en 0.6669. El Kiwi, en tanto, se mantiene algo más fuerte, pero también apunta a la baja en los gráficos diario y de 4 horas.
El oro y el yen se mantienen firmes, con dirección alcista en ambos casos, y a la expectativa de novedades de importancia. El par USD/JPY cumplió con una formación de cambio de tendencia -hombro cabeza hombro- y podría recuperar posiciones en las próximas horas, aunque deberá superar 109.70 para que el dólar vuelva a tomar dominio de la situación. La onza, por su parte, presenta una dirección alcista considerable, aunque aún se halla lejos de los 1611 dólares que tocó a inicio de mes con los incidentes ente Estados Unidos e Irán en territorio iraquí.
En todos los casos, esperamos una sesión americana con cierta cautela. Es que se acerca la reunión de la Fed, que se inicia en la fecha y finaliza al mediodía del miércoles, al cabo de la cual el organismo dará a conocer su primer comunicado de política monetaria del año. La conferencia de prensa posterior, a cargo del presidente Powell, podría ser el impulso que necesita el dólar para finalizar enero como claro ganador de la contienda ante las monedas principales.
La publicación de las órdenes de bienes durables y del índice de confianza del consumidor del Conference Board no generarán oscilaciones fuertes en los precios. La Fed está por delante.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College