Después del feriado de Estados Unidos del tercer lunes de enero, los mercados retoman su normal movimiento. La única nota destacada del lunes la dio el petróleo, que abrió la semana al alza -cayó más tarde- a raíz de incidentes en Irán y Siria, que le dieron un impulso inicial. El resto de las plazas principales, si bien funcionó como de costumbre, apenas si movieron las agujas del mercado, típico de las ocasiones en las que Nueva York permanece cerrada.
El contexto de este real inicio de semana es claramente favorable a los índices bursátiles de Wall Street. Los futuros siguen marcando récords históricos (así lo hicieron durante gran parte de la semana pasada), y más allá de las lógicas correcciones, podrían seguir en ese camino durante la semana en curso.
La reunión de política monetaria del Banco de Japón no resultó impactante para el yen. La tasa de interés de la entidad se mantiene en -0.1% desde hace varios años, y será difícil que cambie siquiera en un lustro. El yen ha dejado de ser una moneda de especulación, para ser objeto de protección de los inversores ante situaciones complicadas de los mercados, y es dejada de lado cuando las que triunfan son las acciones, como ocurre en estos meses. Los anuncios del BoJ pasan entonces casi desapercibidos, y los esfuerzos constantes del banco central encabezado por el Sr. Kuroda no tienen prácticamente efecto. Los aumentos de masa monetaria, muy usuales en la primera parte de la década, ya ni siquiera se ponen en práctica, ante la inutilidad de la medida. En otras palabras, es tan seguro Japón, es tan estable su economía, que ni siquiera los denodados intentos de su banco central por hacer menos atractiva su moneda dan resultado. Esta vez, la entidad al menos mejoró su perspectiva de crecimiento a futuro, aunque el yen solo ganó 10 puntos.
Suiza ha hecho lo mismo varias veces, pero con métodos violentos e igual de ineficaces. El ancla que impuso con el franco ante el euro entre 1.20 y 1.25 desde septiembre de 2011 terminó en forma vergonzosa en enero de 2015, generando un descalabro en los mercados financieros globales.
El resto de las monedas principales no presenta variaciones de importancia. El euro se expondrá el jueves próximo a la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo, por lo que poco se puede esperar del mismo hasta ese día. De todos modos, el hombro cabeza hombro apreciable en el gráfico diario es significativo, y parece anticipar una caída importante del euro para los próximos días.
La libra esterlina, algo más comprometida, enfrentará hacia fin de mes el combo que supone al Bank of England sediento de recortar los tipos de interés, con ese verdadero terreno no cartografiado que es el Brexit, que se ejecutará el día 31. Probablemente, la libra se mueva en estos días en un rango de precios no muy lejano a 1.30.
Para destacar: el paladio superó los 2500 dólares por onza, superando por un larguísimo terreno al oro. Al igual que el platino, este metal está vinculado a la producción, y en su caso, a la tecnología automotriz. La presunción de que su producción será mucho menor a la demanda global en 2020, sumado a la firma del acuerdo entre Estados Unidos y China terminó por disparar su precio, sin que se esperen correcciones muy fuertes, más allá de las puntuales, necesarias, en todo rally de largo plazo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College