La firma del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, contra todos los pronósticos, pasó sin que el mercado haya mostrado una mínima reacción. La habitual catarata de tweets del presidente Donald Trump esta vez no fue tal, y todo se pareció a una cuestión meramente protocolar. Eso sí, ya quedó abierta la puerta a la fase dos del acuerdo, cuando aún no se termina de digerir la primera fase. Los aranceles, o buena parte de ellos al menos, sigue allí, y no serán removidos hasta las elecciones de noviembre, en las que el propio Trump se juega su reelección.
En medio de este contexto, que dejó atrás uno de los eventos más importantes del año sin pena ni gloria, reapareció desde Alemania la canciller Angela Merkel, recobrando protagonismo. Merkel es, si no la mejor, una de las mejores líderes políticas del siglo. Logró estabilizar a la Unión Europea en los peores momentos de la crisis, y buena parte del bloque, comenzando por Grecia, le debe su estabilidad actual a su gestión. Se la extrañará cuando no esté, y no falta mucho para que ello ocurra, según la propia Merkel lo expresó.
En parte, el alza que presentó el euro durante el miércoles se debió a estas declaraciones, que aparecerán este jueves en un medio británico, al margen de que el optimismo reinante en los mercados le dieron un impulso alcista adicional.
También la libra logró recuperarse en buena forma, aún cuando suenan cada vez más fuertes las voces que hablan de un recorte de tipos de interés del Bank of England en sus próximos encuentros. Queda prácticamente descartado que ello vaya a suceder en los próximos días, más aún cuando horas después tendrá lugar el Brexit; pero sí podría haber un recorte en mayo, atacando cualquier posición alcista de la libra de ese entonces.
La bolsa de Nueva York sigue en estado de gracia, alcanzando nuevos máximos históricos día tras día. Esta vez, la firma del acuerdo Estados Unidos – China fue un buen motivo para reafirmar el buen ánimo y clima de negocios; pero también queda claro que esto no puede extenderse mucho tiempo más. Los índices principales presentan niveles de sobre compra extrema, y en estas circunstancias es fácil esperar una corrección importante y próxima.
En otro orden, tanto el oro como el petróleo quedaron en posiciones expectantes el miércoles, pero sin demasiadas pistas hacia el futuro próximo. Sí, en cambio, se destaca el platino: supero los 1020 dólares en la víspera, llegando a sus máximos de fines de enero de 2018. Un metal vinculado a la producción y no al refugio como el platino tiene mucho para festejar en estas circunstancias, y así lo está haciendo.
La publicación de la cifra de ventas minoristas de diciembre completa el calendario de este jueves para la sesión americana. No se espera, de todos modos, que su impacto sea decisivo para el dólar.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College