Ha empezado 2020, y somos muchos los que, además de hacer balance de cómo termina 2019, empezamos a preguntarnos cómo hacer crecer nuestros ahorros este año que comienza. Frente a un panorama sombrío por los temores a una posible ralentización económica, conviene prepararse bien y elegir los mejores activos para que nuestro dinero sufra lo menos posible. Hemos hablado con expertos de diferentes ámbitos y esto es lo que nos recomiendan si queremos que 2020 sea un año plagado de éxitos.
En renta variable
Álvaro de Liniers, Business Development Manager Iberia & Latam de Groupama, le pide al inversor que en 2020 sea selectivo a la hora de componer su cartera de inversiones. “2020 se presenta como un año incierto. Por ello, recomendamos apostar por el largo plazo, considerar activos sin sesgo de estilo (ni crecimiento ni valor) y que se decante por sectores líderes, como es el caso de nuevo consumo, tecnología o desarrollo del sector salud. En Groupama seguimos apostando por pymes con fuerte perfil de crecimiento y capacidad para crecer de forma internacional”, sostiene.
Cuando Renta 4 (MC:RTA4) se plantea invertir en renta variable, lo hace siendo muy selectivos con los valores y aprovechando momentos de volatilidad para incrementar las posiciones. Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia, asegura que siempre se fijan en la visibilidad del negocio, en que la compañía sea generadora recurrente de caja y en que presente dividendos atractivos y sostenibles. Miran también la diversificación geográfica, la capacidad de mejora de márgenes, los movimientos corporativos y las valoraciones atractivas. “Lo que hay que intentar evitar son los múltiplos altos y no justificados por un crecimiento futuro”.
A la hora de componer sus carteras, aseguran que van a combinar valores que lo han hecho muy bien este año con valores más ligados al ciclo económico, pero con atractivo. En la cartera de 5 grandes del Ibex 35, por ejemplo, incluirán a Repsol (MC:REP), Ferrovial (MC:FER), Cellnex (MC:CLNX), Merlín Properties y MásMóvil (MC:MASM).
En renta fija
Jamie Stuttard, responsable de Global Macro Fixed Income de Robecco, nos cuenta que los bonos high yield no resultan muy interesantes actualmente en cuanto a rentabilidad/riesgo si los comparamos con otras clases de activos de riesgo y, a menudo, la ampliación de diferenciales comienza ya en las últimas fases del ciclo económico. Lo mismo sucede con el crédito investment grade, pero al menos una parte de este segmento tiene al BCE de su lado. Los intereses en deuda pública deberían subir paulatinamente a medida que mejoren las condiciones económicas, puesto que los bancos centrales se mostrarían reacios a continuar con la flexibilidad, o sencillamente no podrían hacerlo. “No obstante, no esperamos que los niveles de intereses extremadamente bajos o negativos desaparezcan pronto”, añade.
En criptomonedas
Javier Pastor, director comercial de Bit2me, asegura que 2020 se presenta como uno de los años con mejores expectativas para el mercado de los criptoactivos. “Ya hay fondos de inversión, como BAKKT y Fidelity, que abren sus puertas a este mercado, ofreciendo servicios de custodia para grandes inversores, al tiempo que esperamos la aprobación, el próximo año, de varios ETF. Además, a los que hablan de crisis en 2020, les recordaremos que el bitcoin surgió precisamente durante la última crisis financiera (2008), lo que le podría convertir en el refugio perfecto ante la que se nos avecina. Al igual que el oro, el bitcoin es un activo limitado e inconfiscable”.
En fondos de inversión
Seguramente, la opción más interesante para invertir de cara al año que viene y la que más se adapta a los pequeños inversores. Para Fernando Luque, editor senior de Morningstar, la gran ventaja de los fondos es su diversificación y su acceso a mercados que, de otra forma, serían más complicados. Él recomienda los fondos de acciones. Primero, porque los tipos de interés se mantendrán bajos (y eso favorece a los fondos de bolsa, aunque también hay que decirlo, no garantiza ninguna rentabilidad) y, segundo, porque en su opinión las valoraciones no han llegado a niveles extremos (por decirlo de otra manera, las bolsas a nivel mundial no están caras). En cuanto a qué tipo de fondo de renta variable, apostaría por uno global y barato. Las comisiones, en esos casos, son muy bajas.
“Desde hace varios años, los fondos de inversión se han convertido en un producto cada vez más presente en las carteras de los inversores y ahorradores españoles y, sin duda, seguirán ganando protagonismo en los próximos meses. Se trata de un producto de ahorro a medio y largo plazo, cuyas ventajas se centran especialmente en su flexibilidad y diversificación, sin olvidar tampoco que gozan de un régimen fiscal muy ventajoso, ya que no se tributa por los traspasos de un fondo a otro, sino cuando se produce el reembolso de la inversión realizada”, nos recuerda Alicia García, directora adjunta de M&G Investments. Para ella, es importante elegir el fondo de inversión que mejor se adecué a nuestros necesidades, perfil inversor y horizonte temporal, contando con un asesoramiento profesional personalizado. Este asesoramiento es, hoy en día, más importante que nunca para alcanzar nuestros objetivos financieros y navegar un contexto de mercado complejo”.
Vicente Varo, director de contenidos de Finect, asegura que, tras un muy buen 2019 para este tipo de activos, 2020 se presenta como una gran incógnita. “Los ahorradores más conservadores tendrán que asumir más riesgo si quieren optar a rentabilidad. La renta fija ofrece ya muy poco recorrido, y habrá que ser flexible si se quiere aprovechar cualquier oportunidad. Entre los gestores de fondos de acciones, además, hay una enorme división. Por un lado, los que consideran que las acciones de calidad y de crecimiento seguirán tirando del mercado; por el otro, los especializados en comprar compañías a valoraciones muy bajas, que alertan de que nunca hubo tanta diferencia entre lo que se paga por las empresas de crecimiento y las olvidadas por el mercado”.
En oro
Siguiendo con la mención de Pastor, observamos también la situación del oro. Algunas ventajas lo acompañarán en 2020, como indica Dr. Thorsten Polleit, economista jefe de Degussa en Alemania. Entre ellas, unos tipos bajos (“los costes de retener oro disminuyen”) y las perspectivas de una nueva crisis, que contribuirán a aumentar la demanda y, con ello, el precio. “Se espera que los bancos centrales sigan aumentando la cantidad de dinero, lo que provocará la inflación de los precios de los bienes y, por lo tanto, la devaluación de las monedas oficiales. En contraste, el poder adquisitivo del oro no puede ser degradado”, apunta Polleit, que fija el precio de este activo en 2020 en los 1.700 dólares por onza. “O incluso más, si las cosas van a peor”, añade.
Y en divisas
La apuesta de Victor Alvargonzález, CEO de Nextep Finance, sigue siendo el dólar. Desde un punto de vista de valoración de resultados que incluya tanto la rentabilidad como el riesgo, han estado recomendando fondos de renta fija que inviertan en dólares de forma continuada y el resultado ha sido positivo se mire por donde se mire.
“Si las matemáticas de nuestras abuelas nos dicen que siguen pagando más cupón en Norteamérica y el sentido común nos muestra una economía relativamente fuerte allí frente a una economía euroesclerótica aquí, mientras no cambien las circunstancias no vemos al euro revalorizándose frente al dólar. O a los tipos de interés europeos haciéndole sombra a los norteamericanos”, afirma el experto.
Sara Busquets
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