El primer ministro británico Boris Johnson consiguió una victoria decisiva en las elecciones generales de Reino Unido, asegurando para sí una mayoría en el Parlamento. De esta forma Johsnon despeja el camino para una salida de la Unión Europea (Brexit), la cual podría tener lugar a fines de enero de 2020.
Apenas conocidos los resultados de “boca de urna”, que se publicaron en el inicio de la sesión asiática, la libra esterlina se disparó a su máximo de mayo de 2018, al alcanzar 1.3513, dejando un gran gap de 180 puntos desde un nivel cercano a 1.3200 antes de la publicación.
Pero no debe interpretarse esta victoria de Johnson, y el posterior alza de la libra, como una carta blanca para el ahora legitimado primer ministro. El propio Parlamento le impide retirar a Reino Unido de la UE sin acuerdo, y no aparece fácil llegar a un acuerdo con las propuestas antes conocidas, una de las cuales incluye la instalación de una frontera en el Mar de Irlanda, que separa a la provincia de Irlanda del Norte del resto del Reino. Si bien puede tener la fuerza legal para hacerlo, la resistencia será importante, y Johnson no la tendrá fácil. Por otra parte, el mandatario no es precisamente un estadista, y solo el espanto que en los mercados causó la posibilidad de un régimen populista de izquierda como proponía su opositor Jeremy Corbyn pudo hacer posible que una persona de su calaña llegue donde llegó.
Si este evento era por sí mismo trascendente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encargó de poner a la guerra comercial en el centro de la escena, aunque esta vez por motivos positivos. Trump envió un mensaje por Twitter a media mañana, comunicando una gran posibilidad de llegar a un acuerdo con China, el cual fue luego oficialmente confirmado.
El acuerdo, llamado de “fase uno”, incluye la eliminación de una buena parte de los aranceles existentes, y también la no implementación de los aranceles que iban a entrar en vigencia el próximo domingo. China, por su parte, se comprometió a comprar productos agrícolas y energía estadounidenses en 2020.
El mensaje de Trump llegó, tal vez, un día antes de lo previsto. Aunque hubo algunos que se enteraron una hora antes. Son quienes manipularon el precio del oro, y lo hicieron crecer como si una mala noticia estuviera por llegar, para desplomarlo apenas conocido el comunicado del presidente. Algunos bancos son adivinos, no?
Todo esto eclipsó la primera aparición de Christine Lagarde como nueva titular del Banco Central Europeo. Su discurso, algo más largo que los que pronunciaba Mario Draghi, hizo crecer al euro en forma limitada, dado que los mercados esperaban novedades de Trump y Johnson. Sin embargo, la funcionaria se mostró sólida y solo recortó la previsión de crecimiento de la Eurozona en una décima para 2020, en medio de una declaración que no dejó mucho para el análisis. La impresión que quedó es que se trató de un discurso que buscó convencer a los mercados, pero sin dar novedades que pudiera sacudir los precios.
El viernes luce como un día más tranquilo. Se adelantó el acuerdo por la guerra comercial, Johnson tiene mayoría absoluta, la Fed termina el año en paz, y Lagarde no sorprendió. Suficiente como para los datos de ventas minoristas de noviembre apenas muevan las agujas del dólar, y para mantener a los índices de Nueva York en sus flamantes máximos históricos, a los que con justicia llegaron el jueves casi en forma simultánea. Salvo que pase algo extraño, el año finaliza bien para los mercados.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College