La Reserva Federal dará a conocer esta tarde, puntualmente a las 2:00 pm del este, su octavo anuncio de política monetaria del año. En los últimos días quedó prácticamente descartado cualquier cambio en los tipos de interés, que permanecerán, y cerrarán el año, en un rango que va del 1.5 al 1.75%.
El líder de la entidad, Jerome Powell, se mostró especialmente optimista, al decir que ve a la economía como “un vaso más que medio lleno”. Noviembre fue, ciertamente, un mes con buenos datos. Habían crecidos las mediciones de manufacturas y servicios en octubre, el dato de empleos no fue del todo malo, la inflación se mantuvo estable, al igual que las ventas minoristas. A la vez, hubo promesas mutuas entre Estados Unidos y China para llegar a un acuerdo “fase uno”, que permita terminar, o al menos atenuar, los aranceles que impactan en ambas economías y que ya comenzaron a producir una desaceleración de la economía global.
Y llegó diciembre. Las cifras que en noviembre (reflejando lo ocurrido en octubre) habían sido muy buenas, mostraron fuertes retrocesos en los primeros días de la semana pasada. Pero fue el dato de empleos de noviembre, con una medición muy superior a la esperada y una tasa de desempleo que no tiene antecedentes desde 50 años atrás, le dan a Powell y al Comité de Política Monetaria (FOMC), la tranquilidad de saber que su tarea durante el año estuvo bien hecha, pese a las protestas de Trump.
Será entonces la conferencia del titular de la Fed, Powell, a partir de las 2.30 del este, la que provoque movimientos para el dólar. Powell defenderá su postura actual de no mover los tipos de interés, y probablemente deje en claro que no habrá movimientos en los primeros meses de 2020. Esto dependerá, en gran parte, de las novedades que se produzcan en torno a la guerra comercial. Si hay acuerdo, no habrá muchos motivos para recortar la tasa; si no lo hay, no tardará en estar debajo del 1%.
Estamos en medio de una semana histórica, aunque no tanto por esta reunión de la Fed, y tampoco por la del Banco Central Europeo, prevista para el jueves, y que tendrá especial impacto en el euro. Es que estamos en la víspera de un día que puede marcar el cambio de rumbo para Reino Unido, que puede quedar fuera de la Unión Europea en los próximos meses, dependiendo de quien gane las elecciones generales. Pero esa será una historia que deberá esperar otras 24 horas.
La encuesta del martes no fue lo que se puede decir positiva para Johnson. La diferencia con el opositor Corbyn se acortó demasiado, y la libra esterlina sufre las consecuencias, aunque aún se mantiene por encima de 1.3100. La situación se parece mucho a la de los últimos días de junio de 2016. Todo apuntaba a que el referéndum para quedarse o no en la Unión Europea era un simple trámite para quienes no querían retirarse. Los resultados están a la vista.
En los mercados, además de analizar, para trabajar correctamente hay que saber esperar el momento. Cuestión de un buen manejo del tiempo, diría alguien.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College