Los mercados han hecho caso omiso de la mayor caída en la producción industrial de Estados Unidos en casi un año y medio, una sombría perspectiva económica del cuarto trimestre del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, unos malos datos de Europa y Asia, la incertidumbre del Brexit y las dificultades para que EE.UU. y China alcancen un acuerdo comercial sólido y duradero.
Pese a todo ello, los mercados han seguido subiendo marcando Wall Street nuevos máximos históricos (sin ir más lejos el S&P 500 subiendo más del 9% en los últimos tres meses). Desde finales de septiembre, Apple ha sido responsable de aproximadamente el 14% del rendimiento neto del índice S&P 500, Microsoft ha contribuido con 6.7%, mientras que Facebook, Alphabet y UnitedHealth Group están alrededor del 4%.
La renta variable debería de seguir haciéndolo bien. Una Reserva Federal más acomodaticia en comparación con hace un año es un argumento importante para los inversores que confían en que es poco probable que el mercado vea una repetición del desmayo sufrido a finales de 2018. El año pasado, a los inversores les preocupaba que la Fed aumentara las tasas de interés demasiado rápido. Por el contrario, la Fed ha estado bajando las tasas este año, y aunque no se espera que el banco central baje las tasas nuevamente en diciembre, tampoco se espera que las aumente.
También se podría añadir el ciclo presidencial. El tercer año de un período presidencial históricamente es el más fuerte del ciclo de cuatro años. Desde la Segunda Guerra Mundial, las acciones han subido un 16% de media el tercer año. En cuanto al cuarto año, la ganancia promedio ha sido del 6,3%.
Y cómo no, diciembre suele ser un gran mes para el mercado de valores, de hecho nunca ha sido el peor mes para el rendimiento de las acciones en un año hasta 2018, cuando el S&P 500 cayó más de un 9% en diciembre. Pero incluso durante ese período el pasado año, el mercado de valores se benefició del llamado rally de Santa Claus que típicamente ha impulsado las ganancias a finales de diciembre: desde el 26 de diciembre, el S&P 500 subió un 6,6% en tan solo cuatro sesiones de negociación hasta el final del año.
Esta pauta estacional ha sido muy interesante en los últimos 20 años. Desde 1998, cuando el S&P 500 subió más del 9,5% desde el comienzo del año hasta la primera semana de noviembre, la ganancia promedio adicional fue del 4%.
Dos mercados de índices a tener en cuenta:
Para el mes de diciembre podríamos ver a las acciones más pequeñas de EE.UU. tener un mejor final de año que las del S&P 500. Las acciones del Russell2000 de momento llevan un año con menor ganancia que el S&P 500, aun se mantiene más de un 6% por debajo de su máximo histórico, mientras que el S&P 500 cotizó en un nuevo récord. La clave histórica es que el rendimiento medio de diciembre para el Russell2000 es de un 5%, datos que se remontan a 1979.
En el siguiente gráfico de Bloomberg pueden ver la comparativa de los dos mercados en cuestión.
Para 2020 el S&P 500 podría seguir subiendo, el escenario del S&P 500 tendría un primer objetivo en los 3.200-3.250 puntos, sin descartar, en el escenario más optimista, los 3.300-3.350 puntos.
Respecto a acciones españolas, podrían ser interesantes las siguientes:
- Audax Renovables: el sector de las energías renovables sería uno de los favorecidos por el nuevo Gobierno. Tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias llevan en sus respectivos programas electorales medidas positivas para el sector. De cara al medio plazo (12 meses) presenta un primer objetivo en 2,45 y un segundo en 2,75-2,80 euros.
- Almirall: el sector beneficiado también se beneficiaría del nuevo Gobierno debido a la supresión del copago en medicinas para una serie de segmentos sociales, y ello incidiría directamente en la parte de la demanda, favoreciendo los márgenes de ganancias de las empresas del sector. El primer objetivo a medio plazo (12 meses) podría situarse en los 18,20-18,50 euros.
- ACS el sector de infraestructuras también se vería favorecido por el nuevo Gobierno. En los últimos presupuestos rechazados la inversión en infraestructura subía un 26% más que en el anterior, especialmente en lo que referente a la mejora de carreteras, lo que favorecería a las constructoras. Presentaría un primer objetivo a medio plazo (12 meses) en los 39,50-40 euros.
- Otras: OHL, Ferrovial, FCC, Faes Farma, Solaria, Siemens Gamesa.
Si nos vamos a las divisas, sería interesante vigilar la libra esterlina. La votación del próximo 12 de diciembre seguramente tenga incidencia en el devenir de la moneda. Podría fortalecerse en torno a 1,34 en el caso de que obtengan la victoria en los comicios los conservadores, un escenario al que se le otorga una probabilidad aproximadamente del 40-45%. Un segundo escenario, que bien pudiera ser el más esperado, sería un Gobierno de coalición, en cuyo caso la libra podría en el corto plazo depreciarse un 1%. El tercer escenario sería asistir a un nuevo referéndum que haría que la divisa se fortaleciese de nuevo.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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