El reciente y sorprendente repunte de las acciones de Tesla está flaqueando. Y al igual que muchos ciclos anteriores de auge y caída, el fabricante de automóviles eléctricos es el único culpable.
Tesla se desplomó más de un 6% el viernes, hasta 333,04 dólares, tras haber subido más de un 40% desde que la compañía anunciara el 23 de octubre un inesperado beneficio en el tercer trimestre. Lo que puso nerviosos a los inversores esta vez fue la presentación del jueves del «Cybertruck«, que no estuvo a la altura de las expectativas de los analistas.
El director ejecutivo, Elon Musk, había contribuido al alboroto en torno al nuevo vehículo, asegurando que acapararía una cuota de mercado significativa de los productores existentes, liderados por Ford y General Motors. El intento ciertamente tiene sentido ya que a los estadounidenses les encantan sus camionetas, lo que hace que este segmento del mercado sea muy lucrativo para los propietarios con unas condiciones de demanda por lo demás muy difíciles.
Pero Tesla también tenía que demostrar que tendrá ventaja en este juego mediante sus capacidades de rentabilidad y diseño innovadores, especialmente cuando los rivales en el ámbito del sedán eléctrico están a punto de hacer una entrada significativa. En cambio, el vehículo de Tesla revela que hasta ahora ha producido más críticos que admiradores en Wall Street.
«El Cybertruck de Tesla tiene un aspecto raro… pero que muy raro», escribió el analista de Bernstein Toni Sacconaghi, en una nota mordaz a los inversores, después del evento. «Musk había advertido a los inversores de que el vehículo de Tesla sería ‘realmente futurista, como del cyberpunk de Blade Runner’, y no estaba bromeando».
Aunque no escasean los fans leales de Tesla que van comprar el nuevo vehículo a pesar de su diseño altamente inusual, muchos analistas se mostraron escépticos en cuanto a que el potencial de venta pueda desafiar tanto a Ford como a GM.
Los analistas de Evercore ISI estiman que a Tesla le será difícil alcanzar las 50.000 unidades en dos años, cuando la compañía pretende comenzar a vender el vehículo. Si eso sucede, la venta de los vehículos de Tesla debería aportar 2.500 millones de dólares en ventas, una cifra que el mercado ya ha tenido en cuenta en las actuales previsiones de ingresos para 2022 de casi 42.000 millones de dólares, según datos de Bloomberg.
«Musk lleva meses entusiasmado con su diseño inspirado en Blade Runner, pero aun así nos ha sorprendido lo futurista que ha sido con éste y creemos que puede hacer añicos sus sueños», según Jeffrey Osborne, analista de Cowen.
Promesas incumplidas
Una de las principales razones por las que a los analistas les preocupa el modelo de los vehículos de Tesla es que es difícil predecir si el fabricante de automóviles será capaz de cumplir sus promesas. Tiene un largo historial de incumplimiento de sus propios plazos con muchos pasos en falso, incluyendo el intento de Musk de privatizar la compañía a principios de este año, continuos problemas con su proyecto SolarCity y cifras exageradas en cuanto a sus objetivos de producción de automóviles.
Aunque la compañía fue capaz de registrar un inesperado beneficio en el tercer trimestre, su camino hacia la rentabilidad sigue estando lleno de peligros. Los alcistas de Tesla que han impulsado las acciones han ignorado el hecho de que los ingresos han descendido tanto en términos secuenciales como interanuales en el tercer trimestre. Al mismo tiempo que anunciaba sus resultados del tercer trimestre, Tesla también rebajó sus previsiones para el año: ahora espera entregar más de 360.000 vehículos este año frente al rango anterior de 360.000 a 400.000.
Debido a la trayectoria poco fiable de Tesla en cuanto a las entregas, hemos ido advirtiendo a los inversores de que el actual repunte de sus acciones no es fiable y que podría desaparecer ante la primera señal de problemas. Las acciones operan actualmente 75 veces por encima de las previsiones de ganancias a futuro, alrededor de 10 veces lo que obtienen los rivales con sede en Detroit. Lo que tenemos aquí es un alto grado de esperanza de que el fabricante de automóviles, algún día, cumplirá e indicará el nivel de crecimiento que justificará su valor actual.
En conclusión
Las acciones de Tesla siguen siendo una apuesta altamente especulativa. Su elevadísima valoración frente a los pares de la industria es difícil de justificar cuando el panorama general de la demanda sigue siendo farragoso y la compañía sigue enfrentándose a grandes problemas de flujo de efectivo. No creemos que Elon Musk haya tenido éxito en su intento de cambiar esa ecuación con el lanzamiento de su Cybertruck y el revuelo suscitado en torno a su potencial de venta.
Haris Anwar/Investing.com
Artículos publicados con la autorización de Investing.com. Por favor, consulte importantes advertencias de riesgo y legales.