Se acaba de publicar en Alemania la cifra de manufacturas de octubre, con una medición que, muy lejos de volver sobre la cota de 50 puntos que necesita para entrar nuevamente en zona de expansión, quedó por encima de lo esperado.
El pronóstico hablaba de 42.9 puntos, y la medición fue de 43.8. ¿Acaso cambia sustancialmente el panorama de la primera potencia europea, que tiene sus peores guarismos en esta materia desde 2009? Claro que no. Pero sí parece haber establecido un fondo en 41.1 puntos que tocó en agosto (conocido en septiembre), y las últimas dos mediciones aparecen dando signos de mejora.
Pero no todo es tan fácil para el euro. La nueva titular del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, se presentará en Frankfurt (no hay un horario fijado aún), para defender el plan de estímulo a la economía impulsado por el expresidente Draghi, y que había sido anunciado a mediados de año. Lagarde encuentra resistencia en un conjunto de funcionarios que se niegan a la expansión monetaria, aunque a la luz de los acontecimientos, el plan aparece como imprescindible.
Por el lado de la guerra comercial, siguen las conversaciones, o menos que ello, las declaraciones cruzadas entre Estados Unidos y China. Ambos países envían señales por momentos contradictorias, pero que buscan en algún punto una conciliación, que termine con un acuerdo algo más sustentable que los anteriores. Desde China, fue enviada una invitación a autoridades estadounidenses para volver a sostener negociaciones de alto rango; desde Washington, el presidente Donald Trump se negó a aprobar la ley que apoyaba a los manifestantes de Hong Kong, que intentan una independencia total de China, país que busca anexar el sistema de justicia hongkonés a su administración.
Se trata de señales alentadoras, aunque el problema aún está lejos de ser resuelto. Un verdadero avance sería que Estados Unidos no aumentara los aranceles a las importaciones chinas el 15 de diciembre, tal como está previsto. Falta mucho aún, y aunque ello ocurra, no estarán dadas las condiciones para firmar un acuerdo antes de fin de año.
Con este panorama se inicia la última sesión de una semana que no deja mucho para el análisis, y que encontró a las monedas principales, tanto como a las materias primas, con rangos de negociación muy estrechos. El euro ya ha sido mencionado, con un sesgo ligeramente alcista, y la libra esterlina envuelta en el laberinto del Brexit, ahora con una cierta luz en las elecciones del 12 de diciembre. En tal sentido conviene ver el vídeo de campaña de Jeremy Corbyn, que dura poco más de un minuto. Si bien esta columna no comulga en absoluto con sus ideas, su presentación es realmente muy buena, y original, lejos de las campañas aburridas a las que nos someten los políticos en todo el mundo habitualmente.
El yen vuelve a caer, ante esta nueva esperanza en las negociaciones entre Estados Unidos y China, y los índices bursátiles apuntan otra vez al alza, luego de salvar sus tendencias alcistas de corto plazo por muy poco margen el jueves. Poco para una semana de la que se esperaba mucho más.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana. Nos reencontramos el próximo lunes, hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College