Lo ha dicho el FMI: Hasta 19 billones de dólares en deuda corporativa global, o aproximadamente el 40 % de los préstamos de empresas en los EE UU, China y algunas economías europeas, están en riesgo de incumplimiento en caso de una desaceleración económica severa. Que no llegue la recesión. En este sentido Robin Brooks@RobinBrooksIIF señala que los últimos PMI de fabricación dicen 2 cosas:
- (i) hubo un rebasamiento a la baja hace unos meses, cuando los titulares comerciales de Estados Unidos y China llegaron a su punto culminante;
- (ii) el sentimiento ahora se está normalizando y ha tocado fondo. El Anexo A son los nuevos pedidos de exportación ISM de octubre, que revirtieron su caída en septiembre.
Según el informe bianual sobre estabilidad financiera global, publicado por el organismo presidido por Kristalina Georgieva la posición «acomodaticia» de los bancos centrales ha permitido «contener» los riesgos a la baja para el crecimiento a corto plazo, derivados de la incertidumbre política y las tensiones comerciales.
Sin embargo, las decisiones tomadas por los bancos centrales también han «animado» a que las empresas y los Gobiernos tomen más riesgos, reconstruyendo «vulnerabilidades financieras» y «poniendo el crecimiento a medio plazo en riesgo».
El análisis realizado por el FMI también avisa de que los bajos rendimientos de la renta fija a nivel global, como consecuencia del entorno de bajos tipos de interés, han «forzado» a que las compañías aseguradoras, los fondos de pensiones y otros inversores institucionales opten por invertir en valores más arriesgados y menos líquidos. Así, estas compañías se han convertido en una «gran fuente de financiación» de empresas no financieras lo que, a cambio, ha facilitado un alza en la deuda corporativa.
PELIGRO CON LA DEUDA
El FMI ha asegurado que los bajos tipos en las economías avanzadas han incentivado que los flujos de capital se redirijan a economías emergentes, facilitando una mayor acumulación de deuda externa.
Con respecto a las soluciones, los economistas del FMI han reconocido que los principales motivos de los riesgos a la baja son las tensiones comerciales y la incertidumbre política. «Por eso, las principales prioridades de los legisladores debería ser resolver esas disputas, aportar claridad sobre sus políticas económicas y desarrollar herramientas macroprudenciales para solucionar el alza de estas vulnerabilidades financieras», afirma la entidad.
Del informe publicado también se desprende que un total de 15 billones de dólares (13,6 billones de euros) de deuda a nivel global ya tiene rendimientos negativos.
Asimismo, en caso de que se produzca una crisis económica que tan solo fuera la mitad de severa que la de 2008, la deuda en riesgo de las empresas, aquella deuda emitida por compañías que no pueden hacer frente a los intereses con sus ingresos, podría alcanzar los 19 billones de dólares (17,2 billones de euros), lo que equivale a cerca del 40% del total de deuda corporativa de los países avanzados.
«La búsqueda de rendimientos de los inversores institucionales podría llevar a exposiciones que amplifiquen los ‘shocks’ cuando los mercados se tensen», ha alertado el FMI. En su opinión, las similitudes en las carteras de los fondos de inversión podrían «magnificar» una corrección de los mercados; mientras que las inversiones «ilíquidas» de los fondos de pensiones podrían limitar su capacidad de jugar un papel como agentes estabilizadores del mercado y las inversiones transfronterizas de las compañías aseguradoras podrían facilitar el contagio entre mercados.
Mar Revuelta
La Carta de la Bolsa