ISM de servicios de EE.UU.: Un dato clave para la economía estadounidense pone en riesgo al dólar
Como la mayoría de los lunes, el de ayer fue un día de consolidación de precios. Los mercados aún continúan digiriendo las decisiones de política monetaria de la Fed, y los datos de empleo y manufacturas, que no han sido del todo buenos, pese a que fueron mejores de lo esperado. El dólar se mantiene mayoritariamente débil en varios frentes, aunque el clima de negocios ha mejorado sensiblemente, como lo prueban los nuevos máximos históricos de los índices bursátiles principales en Nueva York. En la víspera, tanto el Dow Jones, como el S&P 500 y el Nasdaq 100 alcanzaron tales guarismos.
También el petróleo se ve fuerte. La probable firma de un acuerdo entre Estados Unidos y China, que buscan al menos bajar los decibeles al conflicto comercial que enfrenta a ambos países desde hace más de un año, le da ciertas esperanzas a los mercados, que terminaron premiando a la materia prima. Como contrapartida, las monedas vinculadas al petróleo, como el dólar canadiense, se han visto fuertemente beneficiadas.
Este martes, sin embargo, llega con un dato de riesgo: el ISM de servicios, la encuesta que mensualmente se publica en forma de índices el tercer día hábil del mes, y que necesita mostrar valores mayores a los 50 puntos para mostrar expansión del sector.
La medición ha caído fuerte en los últimos meses, pasando de superar por mucho los 60 puntos, hasta los 52 puntos del mes pasado, que dejó al índice al borde de la contracción. Y el dato es importante, si se tiene en cuenta que el ISM de manufacturas, conocido el viernes, mostró que aún queda por debajo de los 50 puntos, pese a la mejora de 1 punto sobre los valores del mes anterior.
La baja del ISM de servicios está en línea con otras variables clave que, si bien se muestran sólidas, están muy lejos de pasar por su mejor momento. Tal es el caso del dato de empleos, conocido el viernes, o del PBI de tercer trimestre. Los pronósticos parecen ayudar, con números peores de los que finalmente se publican, pero no logran ocultar la desaceleración de la primera economía del mundo.
En otro orden, asumió formalmente Christine Lagarde como nueva titular del Banco Central Europeo, reemplazando a Mario Draghi. La nueva funcionaria prometió que, durante su mandato de 8 años, velará por los intereses de los más de 300 millones de europeos que utilizan al euro como moneda nacional.
A Lagarde le tocará administrar el plan de estímulo a la economía impulsado por Draghi, que consta de la colocación de 30 mil millones de euros por mes en el circuito. Con las tasas anuladas, para evitar que los propios bancos coloquen esos fondos en el mismo BCE como ya lo han hecho (con la consiguiente muy tardía reacción de la entidad que se acordó en ese momento de llevar la tasa a negativo), se espera que en varios meses la economía de la Eurozona comience a reaccionar. Sin embargo, al euro le saldrá cara la jugada: con la tasa de la Fed en baja pero aún en el 1.5/1.75%, el diferencial respecto a la del BCE es muy alto, y la reacción de la moneda única podría ser bajista más temprano que tarde.
Sin novedades con el Brexit, que parece ya encaminarse a dejar todo en manos de las elecciones generales del 12 de diciembre, la libra esterlina no presenta oscilaciones importantes. Tampoco lo hace el yen, que de todos modos cede algunas posiciones ante el dólar desde mediados de la sesión de la víspera.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College