Preguntan y preguntan los clientes, pero nadie mueve un euro. O lo que es lo mismo, desconfían de lo que sucede dentro y fuera de los mercados, pero están inquietos por el destino del dinero que tienen ahorrado. La gente que tiene algo de dinero, lo suficiente para seguir el día a día, no sabe estarse quieta, aguardar pacientemente el final de un ciclo y el comienzo del siguiente. La gente, en su mayoría, no sabe estar en liquidez. Es más, la aborrecen. Dicen que el dinero hay que moverlo. Estamos de acuerdo, pero no a tontas ni a locas. La liquidez es, con frecuencia, el mejor tesoro. El movimiento bajista, a nivel global, de los tipos de interés, con un porcentaje, cada vez más elevado, de emisiones de renta fija en negativo y al aumento de las comisiones de los bancos por tener el dinero depositado en cuenta corriente o invertido en acciones y otros instrumentos financieros, como fondos de inversión, ha vuelto el mundo del ahorro y de la inversión patas arriba», me cuenta el director de Bolsa de una importante gestora de fondos.
El activo preferido de los administradores de fondos es el efectivo
¿Qué hacer con mi dinero? Hace un año, Peter Nielsen (BlackRock) apuntaba: “Los activos alternativos ofrecen diversificación y rendimientos más estables a largo plazo”:
Peter Nielsen, responsable global de BlackRock Alternatives Specialists (BAS) considera activos alternativos todo aquello que no sea ni la renta variable ni la renta fija tradicional. Infraestructuras, private equity, deuda privada. “No son activos líquidos, pero a cambio el inversor puede obtener otras ventajas. Con unos tipos en mínimos, que a lo mejor nunca vuelven a alcanzar los niveles históricos anteriores, la pregunta es como conseguir retornos estables en el futuro.
«Los activos alternativos pueden darte rentas recurrentes, diversificación, más estabilidad, en ciertas ocasiones una mayor predictibilidad y mayores retornos a largo plazo. Si estás dispuesto a renunciar a disponer de tu dinero durante digamos diez años, invirtiendo en private equity o en infraestructuras, creemos que obtendrás mayores retornos que en la típica cartera 60% renta variable/ 40% renta fija”, señala. Estas son las razones por las que la demanda por esta clase de activos ha aumentado tanto últimamente, tanto por parte de inversores institucionales como aseguradoras y fondos de pensiones, como por parte de inversores finales.
Dentro del universo de activos alternativos una de las áreas con mayor crecimiento ha sido la de los activos reales, y dentro de estos, las infraestructuras, donde puedes invertir en carreteras, hospitales, puentes… “Si tradicionalmente estaban financiados por el sector público, o por acuerdos entre el sector público y la empresa privada, muchos de estos proyectos son ahora financiados por fondos de infraestructuras en manos de inversores privados. Lo que desde el punto de vista de un inversor tiene mucho sentido, porque una de las megatendencias globales es la urbanización. Se necesitan más líneas de tren, más hospitales etc…”, explica el experto. Otro tema relacionado con las infraestructuras son las energías renovables, espacio en el que invierten en granjas de energía solar y eólica.
Y más recientemente, hace unas semanas, Carlos de Andrés, director de Gestión y Asesoramiento de Banca March señalaba que por el momento han visto la luz en los últimos 12 meses hasta seis nuevos proyectos centrados en los sectores de logística, financiación inmobiliaria, hoteles, seguridad, venture capital y residencias geriátricas.
En todos ellos se requiere al cliente una prima de iliquidez. La liquidez es un factor al que muchos clientes están dispuestos a renunciar, según el director de Gestión y Asesoramiento de Banca March. “La liquidez está muy sobrevalorada”, afirma de Andrés, quien indica que el cliente pide seguridad y rentabilidad a cambio.
Tal y como consideran desde Banca March, el entorno de mercado actual está marcado por un ciclo muy avanzado, una revisión a la baja de los beneficios y del crecimiento de la economía. Asimismo, apunta de Andres, “no hay que caer en la tentación de olvidar el 2018”.
En los últimos 12 meses, la firma han analizado 162 proyectos de coinversión, de los que 17 han pasado a una due dilligence y en solo cinco han invertido. Al socio le piden “experiencia, participación en el capital y reputación”.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa