Vamos a analizar el porqué de la decisión de la Fed, el problema al que se enfrenta, la falta de consenso y cómo afecta a los mercados.
La Reserva Federal sigue la senda que comenzó el pasado mes de julio y bajó los tipos de interés 25 puntos básicos para situarlos en la horquilla del 1,75%-2%. El motivo obedece a la desaceleración de la economía mundial y los elementos de incertidumbre (guerra comercial con China). Así pues, ha sido el segundo recorte seguido este año, un hecho insólito desde el 2008 cuando el presidente Ben Barnanke decidió dejar los tipos a cero.
Como cabía esperar, no hubo unanimidad en la decisión, más bien lo contrario, como ya sucedió en la reunión anterior. 7 miembros estuvieron a favor de bajar las tasas (incluso James Bullard prefería un recorte de 50 puntos básicos), otros estuvieron en contra (los presidentes de la Fed de Kansas y Boston).
La mayoría no prevé nuevos recortes y consideran que los tipos se mantendrán en el nivel actual hasta finales del año 2020.
La próxima cita de la Reserva Federal será a finales de octubre y la siguiente los días 10 y 11 de diciembre. Pero la falta de consenso significa que los recortes a partir de ahora ya no están tan claros y Powell evita comprometerse con otra rebaja.
Previamente, la Fed procedió a inyectar liquidez para rebajar la tensión en el mercado tras un repunte inesperado en el coste de los créditos a muy corto plazo. Lo hizo recomprando deuda del Tesoro y otros activos a cambio de efectivo. De esta manera evita que el coste del crédito supere el tipo de referencia, lo que podría crear restricciones en la concesión de créditos.
Ojito que todo esto afecta al BCE, puesto que la rebaja de los tipos debilitaría el dólar frente al euro facilitando de esta manera las exportaciones estadounidenses frente a las europeas y Mario Draghi no puede permitir que perjudique a las exportaciones europeas. La munición en Europa se está agotando y a Draghi no le quedan muchos recursos, no tiene tanto margen de maniobra.
Y Japón también mirando de reojo. Horas después de la rebaja de tipos de la Fed, el BoJ decidió mantener intacta su política monetaria, mantiene su tasa de interés de referencia a corto y medio plazo del -0,1% para los depósitos de los bancos y también optó por continuar con su programa de compra masiva de activos.
Quiénes ganan y quiénes pierden
El tipo de interés es el precio que hay que pagar por pedir dinero prestado. Los bancos centrales fijan dicho tipo de interés.
Los tipos de interés elevados encarecen la financiación de las empresas. Si los tipos son muy bajos, existe el riesgo de que las empresas se endeuden excesivamente.
La teoría es que cuando los tipos de interés suben, la Bolsa pierde atractivo frente a otros activos como la renta fija o los depósitos bancarios, que aumentan la rentabilidad ofrecida con menor o ningún riesgo. En el caso de bajadas de los tipos, ocurre lo contrario y la renta variable sube. Y es que cuando los tipos de interés bajan, las compañías pueden reducir gastos y endeudarse a precio barato, por lo que suben sus acciones.
Cuando suben tipos de interés salen beneficiadas las compañías con presencia en EE.UU. y facturan en dólares repatrian más dividendos al transformarlos en euros. Ejemplo: ACS, Iberdrola, Ferrovial, Gamesa, Acerinox, Grifols. También se benefician las empresas que exportan a Estados Unidos ya que sus productos se abaratan por la depreciación del euro. Y no olvidemos a los bancos que mejoran sus márgenes.
Por contra, salen perjudicadas con subidas de tipos las compañías con mayor presencia en los mercados emergentes porque estos países están muy endeudados en dólares y tienen que pagar más dinero por el debilitamiento de su divisa.
Cómo reaccionan los mercados
Bolsa norteamericana: cada vez que la Fed ha bajado los tipos de interés, el comportamiento del S&P 500 durante un año después siempre ha sido positivo, la vez que menos subió fue un +3,2% cuando el 13 de julio de 1990 se bajaron los tipos un -0,25%. El mejor rendimiento fue de un +34,5% cuando se bajaron los tipos un -0,50% el 26 de agosto de 1986.
Analizando los cambios del comportamiento del S&P 500 seis meses y doce meses después de aumentos o reducciones de la tasa de interés entre 1946 y 2008 se observa que los períodos de retorno más altos fueron los 6 y 12 meses posteriores a los recortes de tasas.
Bolsa europea: que la Fed baje los tipos de interés favorece también a la renta variable europea. Desde la década de 1970, las acciones europeas, de media, han subido un 10% en los 6 meses posteriores a la primera reducción de tasas y un 15% en los doce meses posteriores al recorte.
Divisa: los cambios en los tipos de interés de un banco central inciden en la demanda de su divisa y en el tipo de cambio respecto a otras divisas. En principio, la rebaja de tipos por parte de la Fed debiera de debilitar al billete verde.