El tema del petróleo, de momento, es temporal. Pero si se agrava la cosa iría a peor con importantes secuelas Y es que Abqaiq es la zona de de producción y procesamiento de petróleo más importante del mundo. Fíjense si estamos en un momento delicado que tras la amenaza de Trump, un alto mando de la Guardia Revolucionaria dijo lo siguiente: «la República Islámica está lista para una guerra completa, todos deberían saber que las bases norteamericanas y sus portaaviones en una distancia de hasta 2.000 kilómetros alrededor de Irán están dentro del alcance de nuestros misiles”.
Hombre, habrá que esperar a la investigación oficial, pero para empezar tenemos lo que ha dicho un oficial militar saudí aludiendo a que los hallazgos preliminares muestran que se usaron armas iraníes en los ataques contra las instalaciones de Aramco.
Sí, hablamos de consecuencia tremendas si el conflicto se agrava e intensifica, es decir, si los ataques no son algo puntual y pasan a ser la comida de cada día, originando un auténtico problema en Oriente Medio. Y es que Arabia Saudí es uno de los mayores productores de crudo a nivel mundial tras Estados Unidos y exporta unos 7 millones de barriles diarios (sobre todo a USA, China, Japón y Corea). Es por ello que juega un papel crucial, no sólo con el petróleo sino también con sus derivados, como por ejemplo la gasolina.
La parte positiva es que el mercado del petróleo está acostumbrado a interrupciones temporales en la producción, pero claro, lo de este fin de semana es diferente a todo cuanto hayamos conocido. Lo que debería de preocupar, y de hecho preocupa, es la posibilidad de una guerra total, hecho que haría subir al petróleo hasta las nubes, pero a día de hoy no estamos en ese escenario. Pero ¿cómo podría ser llegado el caso? Pues por ejemplo con Irán y sus aliados hutíes cometiendo más ataques contra las instalaciones petroleras de Arabia Saudí y bloqueando la producción. Y ojito a otra cosa, veremos si Irán no cierra el Estrecho de Ormuz, que recordemos que es por donde pasa el 30% de todas las exportaciones de crudo del mundo.
Si bien los precios relativamente bajos y estables del petróleo han sido uno de los pocos pilares de la economía mundial en los últimos meses, la cosa cambia ahora. Es cierto que la casa real en Riad declaró de inmediato que la producción podría recuperarse rápidamente. Pero el peligro radica en que los ataques con drones son una clara evidencia de la vulnerabilidad del suministro mundial de petróleo en una era de tecnologías disruptivas que pueden poner de rodillas a la industria, al menos temporalmente. Arabia Saudí mueve y transporta una gran parte de la producción mundial a través de áreas relativamente pequeñas. Eso lo hace extremadamente vulnerable a los ataques.
Si la producción no puede recuperarse lo suficientemente rápido, se puede recurrir a productos «guardados y controlados» por el gobierno para tal emergencia. El presidente Donald Trump también autorizó la liberación de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo de USA y la Agencia Internacional de Energía, que coordina las reservas, está a la espera. Solo ha habido tres momentos en los que AIE tuvo que actuar desde que se formó en 1974: la más reciente fue en 2011, cuando se pusieron a disposición unos 60 millones de barriles de crudo para compensar la pérdida de producción de petróleo libio. Antes de eso, se ofreció una cantidad similar después de que los huracanes Katrina y Rita atravesaran el Golfo de México en el 2005, aunque no todo fue utilizado. La mayor liberación ocurrió después de que Irak invadiese Kuwait en 1990, cuando la AIE puso a disposición 2,5 millones de barriles por día en enero del año siguiente.
Por cierto, Trump se despachó ayer a gusto diciendo que ellos no necesitan el petróleo o el gas del Oriente Medio. Recordemos que la Reserva Estratégica de Petróleo de USA se encuentran en los estados de Texas y Luisiana, creada en 1975 tras el embargo árabe de crudo que elevó los precios. Dicha Reserva consta de algo más de 600 millones de barriles.
En Wall Street comentan que los ataques a la producción de petróleo en Arabia Saudí encarecerán la materia prima sin descartar los 100 dólares el barril y eso sería un golpe mortal que incrementaría bastante las posibilidades de entrar en recesión. De hecho, suele ser bastante habitual que a una recesión le preceda una crisis del petróleo. Ya sucedió en la década de los 70, incluso antes de la crisis financiera, el mundo fue testigo del comienzo de un mercado alcista récord que llevó los precios del petróleo a poco menos de 150 dólares.
La producción en Arabia Saudí la lleva a cabo una empresa: Saudi Aramco. Pese a que Aramco ha asegurado que cubrirá la demanda de sus clientes, todo apunta a que el precio del barril también se verá afectado por los incendios originados en las refinerías.
Alemania, a pesar de todos los esfuerzos de Energiewende, todavía depende del petróleo. Si los precios aumentan a 100 dólares, elevaría la factura del oro negro en casi 34 mil millones de dólares. Esto corresponde a casi el 1 por ciento de la producción económica alemana.
Y ojito a China. Hay más evidencias de una desaceleración de la economía del gigante asiático con una producción industrial que aumentó un 4,4% en agosto, el nivel más bajo en un solo mes desde el año 2002, mientras que las ventas minoristas también estuvieron por debajo de las expectativas. Con la producción ya debilitada por la guerra comercial en curso con Estados Unidos, lo último que China necesita en este momento es un shock petrolero.
Dos reacciones bursátiles a destacar: más de 2.6 millones de acciones del ETF SPDR S&P Oil & Gas Exploration & Production cambiaron de manos antes de que los mercados bursátiles abrieran en Nueva York el lunes. Eso es más de 19 veces el volumen promedio y la mayor cantidad desde enero. El Fondo de Petróleo de Estados Unidos (el ticker es USO), vio su segunda entrada más grande de dinero del año el viernes, con inversores que agregaron 98 millones de dólares.
Y para terminar, les dejo unos datos interesantes, qué hizo el S&P500 cuando el petróleo WTI subió más de un 10%:
Cogiendo los últimos diez acontecimientos, tenemos que en dos ocasiones el S&P500 cayó:
Año 2008: WTI sube +10,2% y S&P cayó -2,9%.
Año 2009: WTI sube +10,4% y S&P cayó -1%.
En las ocho restantes ocasiones con WTI subiendo mínimo + 10% y máximo +16,80%, el S&P500 subió mínimo +0,1% y máximo +4,1%.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es