Tal y como esperaban los mercados, la Reserva Federal de Estados Unidos decidió ayer bajar los tipos de interés y situarlos en el rango 2-2,25%, dejando la puerta abierta a más recortes próximamente. El principal argumento obedece a la baja inflación y la desaceleración económica, sin olvidar la incertidumbre que genera la guerra comercial. Pero aun así, no hubo unanimidad en el seno de la Fed a la hora de dictaminar esta medida, ya que la presidente de la Fed de Kansas, Esther George, y el presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, votaron a favor de mantener los tipos. En principio, no se podría descartar que en el mes de septiembre la entidad vuelva a bajar las tasas en un cuarto de punto porcentual.
La buena noticia para los inversores es que cada vez que la Fed ha bajado los tipos de interés, el comportamiento del S&P500 durante un año después siempre ha sido positivo, la vez que menos subió fue un +3,2% cuando el 13 de julio de 1990 se bajaron los tipos un -0,25%. El mejor rendimiento fue de un +34,5% cuando se bajaron los tipos un -0,50% el 26 de agosto de 1986.
Pero sigamos con el tema de las divisas. Los cambios en los tipos de interés de un banco central inciden en la demanda de su divisa y en el tipo de cambio respecto a otras divisas. En principio, la rebaja de tipos por parte de la Fed debiera de debilitar al billete verde.
Veamos un ejemplo para entenderlo mejor: imaginemos que hablamos el EUR/USD y que el BCE tiene los tipos en el 2% y la Fed en el 0,5% (es solo un ejemplo). Ahora resulta que la Fed sube los tipos un cuarto de punto (0,25%), pasando sus tipos del 0,5% al 0,75%. Esto sería bueno para el dólar y malo para el euro, con lo que el EUR/USD bajaría. ¿Por qué? Pues porque un incremento del tipo de interés hace que su divisa sea más atractiva porque ofrece mayores ventajas y beneficios que otra divisa con menores tipos de interés. Es por ello que siguiendo con el ejemplo se produciría un flujo de capital del euro al dólar, los inversores venderían euros para comprar dólares y aprovechar las ventajas de tener una divisa con tipos de interés más elevado.
También hay otro motivo para explicar por qué una subida de tipos de interés fortalece la divisa del país en cuestión, siguiendo con el ejemplo de antes del dólar: los tipos de interés influyen en el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, y claro, dichos bonos sólo se pueden comprar en dólares. Por tanto, si los tipos de interés en Estados Unidos suben, los inversores interesados en comprar dichos bonos se incrementarán y como necesitan dólares para poder adquirirlos, aumentará la demanda de dólares y con ello subirá el precio del dólar fortaleciéndose frente al resto de divisas.
¿Qué podemos esperar de EUR/USD? Lo primero que hay que decir es que el movimiento que ha realizado ayer la Fed era esperada por el mercado y además los inversores estiman que se trata de una rebaja «simbólica», que es necesario continuar con los recortes, de ahí que el dólar no esté reaccionando como cabría esperar. En cuanto a la previsión del EUR/USD, como mucho podría subir en lo que resta de año al rango de 1,14-1,17 puesto que el menor crecimiento de la UE y los estímulos adicionales que se espera que el BCE implemente en los próximos meses tampoco aportará mucha fuerza a la divisa comunitaria. Para finales del 2020 seguramente se mantenga por encima de 1,14 y como mucho suba a 1,18-1,20.
Trump venía presionando a la Fed desde hace tiempo porque quería un dólar menos fuerte para poder «luchar» con el resto de países que en su opinión estaban depreciando sus divisas para ser más competitivos y favorecer sus exportaciones.
Pero una guerra de divisas es algo peligroso, ya que supone entrar en un ciclo de devaluaciones entre divisas de varios países que terminarían por lastrar la economía mundial. Tengan en cuenta que si un país deprecia su divisa para favorecer sus exportaciones está perjudicando a las economías de otros países, y éstos a su vez harán lo mismo, entrando en un bucle de consecuencias peligrosas.
Por tanto, la idea es que se interviene en el mercado de divisas para depreciar la propia moneda y poder así favorecer las exportaciones, al mismo tiempo que se encarecen las importaciones, con lo que se incentiva a la sociedad para que compre y adquiera aquello que es producido dentro del propio país. O dicho de otra manera, el valor de una divisa es un arma muy poderosa puesto que si dicho valor es demasiado elevado origina que las exportaciones del país en cuestión sean menos competitivas, y si es demasiado bajo provoca que las importaciones sean muy costosas y se asista a una elevada inflación.
Tenemos un antecedente cercano de guerra de divisas, fue en octubre del 2014 cuando Japón adoptó serias medidas para depreciar el yen y ello originó que 25 Bancos Centrales rebajasen sus tipos de interés para no perder competitividad. Es más, las depreciaciones de las divisas comunitaria y la divisa nipona frente al billete verde suponían toda una presión para que China también entrase en el juego depreciando el yuan.