Todo lo que parece hacer el mercado de valores de Estados Unidos es marcar nuevos máximos históricos, así que echemos un vistazo al mundo de los bonos, donde las compras de los «toros» han provocado una caída de los rendimientos. Leuthold Group, una firma de investigación de inversiones de Minneapolis, ha confeccionado un gráfico que plasma la correlación entre los cambios porcentuales semanales en el S&P 500 y el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años.
La correlación entre los dos se volvió positiva a finales de la década de 1990, tal vez debido al sesgo de la economía global hacia una disminución en la tasa de inflación que se deriva del rápido cambio tecnológico y la globalización en el comercio.
En este momento, la correlación entre los dos se encuentra en lo que Leuthold denomina un nivel «extremo», propenso a la reversión y, según el análisis, cerca del techo.
En los últimos 18 años, se han dado nueve grandes oportunidades de vender bonos, y estos picos han identificado con exactitud ocho de ellas.
Los rendimientos se han disparado en un promedio de 45 puntos básicos en las 13 semanas posteriores a una señal de venta de correlación.
Pero, ¿qué significaría un pico en la correlación para las acciones? Aparentemente no mucho, según el análisis de Leuthold: «lo normal es que las acciones han ofrecido rentabilidades algo por debajo de lo normal en los períodos de 4 semanas, 13 semanas y 52 semanas después de un pico de correlación definitivo».
En este sentido, DataTrek Research señala que las correlaciones promedio del sector de S&P están en mínimos de 8 meses, debido a la confianza del mercado de la futura política de la Fed y a la creencia de que los rendimientos de los bonos a largo plazo continuarán disminuyendo.
Las correlaciones entre las acciones estadounidenses de gran capitalización y las acciones de las economías desarrolladas no estadounidenses y las acciones de los mercados emergentes están disminuyendo, lo que DataTrek atribuye a la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, y su impacto no solo en Asia sino en las grandes economías de la eurozona orientadas a la exportación.
Fuentes: Leuthold Group, Marketwatch