En un modo muy inusual se desarrolla la última parte de la semana, con los ojos de los mercados puestos en la Cumbre del G20, que tuvo inicio este viernes en horario de mercados de Asia. Pero la reunión, que agrupa a las autoridades de los 20 países más poderosos, y que habitualmente termina con un comunicado voluntarista y sin mucho contenido, esta vez parece estar limitada a dos países: Estados Unidos y China.
La cumbre que mantendrán el sábado a la mañana los primeros mandatarios de ambos países, Donald Trump y Xi XInping, es el centro de atención de todos, y así se ve en los precios de los activos principales. Solo en los días festivos en Estados Unidos se ve semejante grado de inactividad, algo que, por supuesto, se verá cortado abruptamente en la sesión asiática del lunes.
La hora de la reunión no habrá sido elegida al azar: por la diferencia horaria, cuando ambas autoridades se encuentren, los mercados habrán finalizado su actividad semanal un rato antes, evitando cualquier turbulencia de última hora, justo en un día en que finaliza la semana, el mes, el trimestre y el semestre. Una combinación que los mercados prefieren cerrar en paz. Puede haber, eso sí, movimientos algo más marcados sobre el mediodía de Nueva York, precisamente por este motivo.
Conviene no tener un cerrado optimismo sobre el resultado de la cumbre. En el mejor de los casos, se reanudarán las negociaciones entre ambos países, lo que no es poco, pero lejos quedará un acuerdo que termine con la guerra comercial. Estados Unidos le puso nombre propio a parte de este conflicto, al castigar a una empresa de primer nivel de tecnología, lo cual provocó un gran disgusto en China. Tampoco parece posible que estas sanciones sean levantadas. Sí, en cambio, podría acordarse que no haya nuevos aranceles mientras duren las negociaciones.
El mercado de divisas no presenta variaciones importantes, pero algunas formaciones de los pares principales parecen anticipar diversos movimientos. El euro se mantiene en un estrecho rango de precios, entre 1.1410 y 1.1350, y más allá de alguna salida de estas bandas, será difícil que se dispare de esas zonas durante el último día de la semana. En tanto, la libra Esterlina presenta, en el gráfico de 4 horas, una figura de cambio de tendencia, hombro cabeza hombro, que podría redundar en una baja de la divisa británica muy próxima. Claro que, en el gráfico diario, se podría estar formando una figura similar, pero invertida, que tendría su efecto sobre el cierre de la semana siguiente. En el caso de la libra, la cuestión no resuelta del Brexit, y que parece encaminarse a una salida sin acuerdo con la UE, está pesando demasiado, y cualquier alza se verá limitada por este motivo.
El yen, por su parte, cae ante el dólar, aunque frenó su alza apenas por encima de 108.00, para recuperar algunos puntos en las últimas horas. El quiebre de 108.15, máximo del jueves, será necesario para que el dólar le gane la contienda a la moneda nipona en las próximas horas. Unos puntos debajo de dicho nivel aparece una línea de tendencia bajista, cuyo quiebre también ayudará al dólar.
Por todo esto, este viernes surge como un día especial, de espera, y de fuerte expectativa, matizado con los habituales -y rezagados- informes de fin de mes, como el PMI de Chicago, gasto e ingreso personal, y confianza del consumidor de la Universidad de Michigan. Poco podrán hacer estas cifras. La atención está puesta en Osaka.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College