Facebook ha sorprendido con su nuevo proyecto, el lanzamiento de una criptomoneda que se llamará Libra y que verá la luz en el 2020. En principio, estará disponible para su uso en aplicación de Facebook como Messenger, WhatsApp e Instagram. Esta nueva divisa estará indexada a una cesta de monedas y su finalidad será evitar fuertes fluctuaciones, algo que suele suceder entre las criptomonedas. Para ello, Facebook escogerá las monedas más importantes como son el dólar, el euro, la libra esterlina y el yen japonés (más adelante no descartan sumar el yuan chino). Este ambicioso proyecto cuenta con el apoyo de compañías como Visa, Mastercard, PayPal y Uber, actuando como ente supervisor de la criptomoneda, por lo que Facebook no ejercerá un control directo sobre la divisa.
Este hecho de no tener el control directo es importante para la compañía, ya que dará a Facebook oxígeno ante el control incesante al que serán sometidos por parte de Gobiernos y reguladores de todo el mundo, máxime tras los episodios controvertidos que tuvo que afrontar respecto a la privacidad y gestión de los datos de los usuarios. Y es que la cosa ya trae cola, recordemos que a principios de junio, la Cámara de Representantes anunció la apertura de una investigación sobre el posible comportamiento de monopolio de los gigantes tecnológicos y los límites de poder de Google, Facebook, Amazon y Apple, hecho que originó la caída en Bolsa de estas empresas, siendo Facebook quien más lo acusó (dejándose un -7%). Y si vamos más atrás, hace un año, tenemos el escándalo de Cambridge Analytica, que afectó seriamente su reputación.
Pero sí, el tema de la nueva divisa es positivo para Facebook, solo hay que pensar que un tercio de la población mundial posee una cuenta activa en esta red social, de manera que los potenciales usuarios de la Libra se cuentan por millones. El objetivo es que los usuarios puedan cambian los «tokens» por una divisa tradicional. Los usos de la moneda serían variados: pagos dentro de la red social, transferencias entre amigos, realizar envíos de dinero a familias en otros países, para usar servicios de WhatsApp e Instagram. Y todo ello de manera muy sencilla y rápida, como cuando se comparte una foto.
Pero no todo el mundo tiene claro la viabilidad del proyecto. El principal argumento esgrimido por los detractores es que estaríamos hablando de una moneda gestionada por una empresa que ya se descubrió que comercializaba con los datos personales de millones y millones de personas. Evidentemente esto pesará y mucho a la hora de fiarse y usar la Libra. A Facebook no le queda otra que tener paciencia y colaborar con el Gobierno y los reguladores para poco a poco, con el tiempo, demostrar que ha cambiado y recuperar de nuevo la confianza de los usuarios.
En mi opinión, salvo reacciones puntuales de corto plazo, la Libra no tendrá mayores incidencias en la cotización de Facebook hasta que prácticamente lleguemos a la fecha de su lanzamiento. Tendrá éxito pero menos de lo estimado y le llevará tiempo consolidarse.
La noticia fue bien recibida en Bolsa. Su precio objetivo se encuentra en torno a los 225 dólares, aunque el primer objetivo de subida para el año se sitúa en los 217-220 dólares. Para calibrar en todo momento la fortaleza y saber si aparecen signos de debilidad hay que fijarse en los 160 dólares, ya que todo lo que sea estar por encima de este nivel es positivo, pero perderlo implicaría debilidad y riesgo de más caídas.
La volatilidad anual registrada a 30 sesiones es del 34,88%, lo que implica que es una volatilidad media.
El Beta 30 vale 0,60%. Esta ratio se utiliza para medir la volatilidad que tienen las acciones de una compañía y también para compararla con el índice de referencia de dichas acciones (en este caso el Ibex 35).
La ratio es un número con decimales e interesa ver si es positivo o negativo y si es superior a 1 o inferior a 1.
El Beta positivo indica que el precio de la acción se mueve en la misma dirección que su índice de referencia. Al ser inferior a 1 indica que la acción tiene poca volatilidad y se mueve menos que su índice de referencia.
Así pues, sus acciones se mueven en la dirección de su índice de referencia, aunque con menos de volatilidad.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es
investing.com