Tras las elecciones al Parlamento europeo podemos decir sin lugar a dudas que nos encontraremos ante una cámara fragmentada, con un auge de los verdes, de los liberales y de las formaciones populistas. A nadie escapa que las complicaciones para avanzar en las reformas estructurales se incrementan, pero los mercados no se han alarmado y confían en que finalmente se logrará un cierto entendimiento.
Respecto al otro foco de incertidumbre, los inversores tienen ya asimilado que la guerra comercial va para largo y que si en la reunión de Osaka en junio no hay avances, la cosa se enquistará con represalias recíprocas, afectando a la economía global.
Pero centrémonos en las elecciones generales que se celebraron en España. De cara a la formación de un Gobierno, sólo caben tres alternativas, y según la que salga elegida tendremos sectores y compañías cotizadas que saldrán favorecidas o perjudicadas.
Las tres opciones son las siguientes:
– PSOE gobierna en solitario: sin duda alguna es la opción que persigue Pedro Sánchez, no en vano si así lo hizo con ochenta y tantos escaños, ahora que sobrepasa los ciento veinte no tiene excusa. Aun así, no será tarea sencilla, ya que Podemos aprieta el acelerador y mantiene su mensaje rotundo de que no apoyará el gobierno socialista si no entran a cortar el bacalao, es decir, quieren ministerios claves y la vicepresidencia.
Sánchez se niega, y hace bien, porque sabe que Podemos domina muy bien las redes sociales y la semántica en los medios, y sería capaz de apuntarse las medallas y méritos que Pedro Sánchez lograse, al tiempo que se desmarcaría de cualquier fracaso, por lo que intentarían sacar rédito político a las sinergias y desgastar al PSOE.
En cualquier caso, si esta es la opción que se impondría, el sector de las constructoras podría salir beneficiado porque los socialistas tenían preparada una buena suma de dinero para invertir en infraestructuras que al final no pudieron sacar adelante hace unos meses. Si concretamos en compañías, hablaríamos de Ferrovial, ACS, FCC y OHL. Y no olvidemos el sector de las energías renovables que tanto gusta a este partido, con compañías como Solaria, Siemens Gamesa, Iberdrola.
– PSOE gobierna con Podemos: de las tres opciones sería la que peor gustaría a los mercados, porque sabemos bien que el partido de Pablo Iglesias tiene entre ceja y ceja a las entidades bancarias y no sólo por querer aplicarles un impuesto específico. Así pues, los bancos del Ibex 35 no se tomarían muy bien esta alianza. Pero también podríamos encontrar algunas compañías que saldrían ganando, entre otras las farmacéuticas por el supuesto final del copago de los medicamentos y aquí nos fijaríamos en Almirall.
– PSOE se alía con Ciudadanos: una opción que gusta mucho a los inversores, pero no nos engañemos, tiene a priori pocas papeletas de salir adelante. Aquí de nuevo entrarían en juego las farmacéuticas por la iniciativa de incrementar el número de medicinas financiadas públicamente.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es