«Todo cambia a velocidad endiablada en unos mercados en manos de los logaritmos de potentes ordenadores. Los gestores andan cabizbajos. Muchos no sobrevivirán. Cambian las modas, los hábitos, las costumbres y los ciclos. A mediados de marzo, Ana María Martínez Pina, vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores,a seguró que la adaptación de Mifid II no está teniendo un impacto neutral y está afectando a todas las empresas de servicios de inversión (ESIs), fundamentalmente a las pequeñas. Los mayores costes y las necesidades tecnológicas de la aplicación de la normativa está impactando en las ESIs, sobre todo entre las pequeñas y medianas. Todas están teniendo que hacer un esfuerzo importante de adaptación. Este proceso está provocando que «la mayoría» de las entidades gestoras reporten estos mayores costes a los fondos que gestionan. «Llevamos un tiempo haciendo un esfuerzo para mitigar las consecuencias no deseadas y seguiremos haciéndolo. Vivimos un momento de novedades regulatorias y financieras. Queremos responder con profesionalidad y transparencia»,afirmó la vicepresidenta de la autoridad supervisora de los mercados», me escribe T.A. analista jefe de una sociedad de Valores, que recomienda el siguiente enlace:
El informe realizado hace unas semanas conjuntamente por Morgan Stanley y Oliver Wyman que lleva por título Searching for Growth in a Age of Disruption, pronostica que durante los próximos cinco años los ingresos de la industria crezcan solo un 1% anual o lo que es lo mismo una cuarta parte del 4% de crecimiento que han experimentado los últimos cinco años. “2018 mostró cómo las valoraciones de las firmas de gestión de activos caían a mínimos de los últimos 20 años debido a las dudas sobre su crecimiento a futuro. La industria se enfrenta a decisiones muy críticas”, apuntan en el informe, que recogía Ana Palomares/Funds People.
No obstante, el hecho de que el panorama para la gestión de activos se antoje complicado de cara a los próximos en un mundo de alta competencia y reducción de comisiones no implica que no existan áreas de negocio que puedan elevar ese 1% de crecimiento de ingresos previstos hacia cotas más altas. De hecho, Morgan Stanley identifica tres claras fuentes de ingresos de cara al medio plazo. Sorprendentemente, ninguna de ellas se refiere a la gestión pasiva, una de las áreas que concentra en estos momentos los mayores esfuerzos de las gestoras y para la que espera que siga suponiendo el 6% de los ingresos de las firmas de inversión en el año 2023, el mismo porcentaje que ahora.
El potencial del mercado chino
Una de esas tres vías de crecimiento pasa por el desarrollo en el mercado asiático, y más concretamente en el chino. De hecho, espera que la parte de ingresos que reciban las gestoras por parte de sus clientes en mercados emergentes crezca hasta suponer el 23% del total (ahora es del 15%), superando así por ejemplo a la cuota que supondrá en sus ingresos la gestión activa, hoy en día su principal fuente de ingresos.
“El desarrollo en los mercados emergentes supone una oportunidad de crecimiento que puede generar 30.000 millones de dólares en ingresos netos, la mitad de ellos en China. La oportunidad de crecimiento será más local y para beneficiarse de ello las gestoras de activos extranjeras tendrán que tener modelos de negocio más locales”, afirma el banco americano.
En estas positivas perspectivas descuenta un aperturismo del Gobierno chino con respecto a la inversión extranjera -de hecho, la semana pasada La Asamblea Nacional china ya aprobó una nueva Ley para impulsar la inversión extranjera- y además destaca el impulso que puede suponer para el mercado china la decisión del proveedor de índices MSCI de aumentar el peso de los títulos A chinos en sus índices . Y en esas previsiones para con el mercado chino también recuerda que el negocio de la gestión activa presenta más potencial de crecimiento que en los mercados desarrollados ya que “la población no parece confiar aún en los índices pasivos, el precio de los ETF es aún muy similar al de los fondos activos y el hecho de que sea un mercado ineficiente y la falta de una fuerte gobernanza en muchas compañías genera grandes oportunidades para generar alpha a los gestores activos”, apunta el informe. Por no mencionar que esas gestoras encontrarán menos dificultades regulatorias que en Europa o EEUU a la hora de desarrollar sus negocios.
Desarrollando los activos alternativos
La segunda gran pata de crecimiento es para Morgan Stanley, el potencial que presenta la gestión alternativa, englobando en este universo tanto la inversión en hedge funds como la que se refiere a capital privado, infraestructuras o mercado inmobiliario. De ahí que cada vez sean más las gestoras tradicionales que, sobre todo a través de operaciones corporativas, estén poniendo sus esfuerzos en crecer en un tipo de activos que, además, son los que presentan las mayores expectativas en cuanto a rentabilidad. Por ejemplo, según las estimaciones de BlackRock Investment Institute, tres de los cinco tipos de activos que mejores expectativas de rentabilidad presentan a cinco años para un inversor en euros, pertenecen al amplio universo de inversiones alternativas (capital riesgo con un 12,1% anual, préstamos directos con un 7,4% e inversión en infraestructuras con un 6,4%).
Por lo que no es de extrañar que la demanda hacia este tipo de activos que presentan esa prima de iliquidez esté aumentando. “La demanda actual está dirigida sobre todo por inversores como planes de pensiones, fondos soberanos, inversores con un alto poder adquisitivo, fundaciones, y aseguradoras que ya presentan porcentajes de asignaciones hacia estos activos de entre el 0 y el 40%”, afirman en Morgan Stanley.
Menos producto y más soluciones
Por último, el tercer área de crecimiento que identifica el banco de inversión norteamericano tiene que ver mucho con uno de los mensajes clave que están tratando de dar en estos últimos tiempos las gestoras de activos: la idea de dejar de ofrecer producto para empezar a ofrecer soluciones de inversión que respondan a las diferentes necesidades de sus inversores. “La nueva tecnología está permitiendo habilitar soluciones customizadas para cada tipo de cliente, aportando cerca de 7.000 millones en ingresos. Los productos orientados a cada cliente han crecido y la demanda con respecto a soluciones flexibles orientadas a la jubilación genera una oportunidad de cara al futuro. La evolución de la gestión de datos y la automatización abre grandes oportunidades con respecto a la customizaciones de los mercados de masas y para las gestoras de activas les permite redefinir sus relaciones con los clientes”, apunta Morgan.
Mar Revuelta
La Carta de la Bolsa