Los titulares de los mercados financieros no tienen otro tema: la definición de la guerra comercial. Este jueves se reúnen en Washington dos delegaciones de altísimo nivel de Estados Unidos y China, que tratarán, contra reloj, de terminar con el conflicto que enfrenta a ambos países, y que se agravó a partir de este lunes, cuando el presidente Trump amenazó con aumentar los aranceles a las importaciones chinas por 200 mil millones de dólares al 25%, desde el actual 10%.
Una medida de este tipo tendrá efectos en cascada para la economía global, aunque los primeros perjudicados serán precisamente Estados Unidos y China. La primera potencia, por no poder seguir importando al nivel actual, y aumentar los costos de producción para los casos en que sí lo haga, lo que repercutirá en una baja sustancial del consumo, además de alertar por un rebrote inflacionario; para el gigante asiático, será una pérdida gigantesca de su nivel de exportaciones, dado que Estados Unidos representa su mayor mercado.
Pero además, los países emergentes pagarán consecuencias importantes. Si China reduce su producción, dejará de comprar materias primas, de las que se nutre a través de los países en vías de desarrollo, lo que provocará un alza inmediata del dólar en todos ellos. Quedarán, en cambio, favorecidos aquellos países que puedan exportar a Estados Unidos aquellos bienes que no importará desde China.
Con este panorama, complejo, es que los mercados toman este jueves con escasísimos movimientos, a la espera de novedades importantes. El miércoles, hubo algún indicio de que podría haber soluciones de última hora, de acuerdo a algunas fuentes oficiales de Washington, e incluso el presidente Trump expresó que los negociadores chinos viajarían “para llegar a un acuerdo”, una afirmación que una autoridad de ese nivel solo da cuando dicho acuerdo está casi cerrado.
Una solución, aunque no sea definitiva, le dará alivio a las bolsas, que vienen pasando días muy duros, y también le dará fuerza al dólar ante el yen. La moneda nipona se ha visto claramente beneficiada por la búsqueda de refugio en estos días. La onza de oro iba en el mismo sentido, aunque perdió vuelo durante la sesión del miércoles.
El billete se mueve con pocas variantes en el resto de sus cruces a la espera de noticias. El euro, por caso, no presenta señal alguna en estas horas, y tan solo la libra Esterlina, afectada cada día más por el culebrón interminable del Brexit, sigue marcando una dirección bajista de corto plazo.
El calendario de noticias incluye el índice de inflación mayorista y las peticiones semanales de subsidio por desempleo, además de una presentación sin mucho para el análisis del presidente de la Fed, Jerome Powell. Pero la atención de los inversores, este jueves, está puesta en otro lado: todos tienen su twitter conectado, a la espera de un mensaje tranquilizador de Trump.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College