La revalorización del crudo puede servir de apoyo al valor. La señal de giro bajista está en la pérdida de los 13,6 euros.
Por Álvaro Giménez-Cuenca (XTB)
Repsol anunció el pasado martes el descubrimiento del mayor pozo de gas en Indonesia de los últimos 18 años y uno de los diez mayores hallazgos de hidrocarburos a nivel global de los últimos doce meses. La producción equivale a dos años de consumo en España.
A nivel técnico, a pesar de las caídas sufridas por la petrolera durante el último trimestre de 2018, la compañía, dirigida por Josu Jon Imaz y presidida por Antoni Brufau, mantiene la tendencia alcista de medio y de largo plazo. Las caídas de los títulos durante el último trimestre fueron del 20%, mientras que el crudo sufrió una caída de un 40% desde máximos. Este año estamos asistiendo a un breve pero fuerte impulso alcista, pues el crudo ha experimentado una revalorización del 20%, por lo que puede servir de apoyo para el título.
Desde principios de 2017 podemos observar como el título se apoya en la recta de soporte que une los distintos mínimos crecientes. Actualmente la cotización se sitúa en niveles cercanos al último impulso bajista, situado en los 15,40 euros por acción. La superación de esta resistencia confirmaría la tendencia alcista a corto plazo, apoyado por la tendencia positiva en el medio y largo plazo.
Si el título consigue perforar los 16 euros por acción, deberíamos observar los niveles de sobrecompra del título, apoyándonos en un RSI cercano o no a el nivel 70 para continuar con un posicionamiento en largo. Por lo tanto, no podemos descartar un ataque a los máximos de 2018, los 17 euros por acción.
Nos plantearíamos una salida del valor en el caso de romper la recta de soporte, concretamente el último mínimo creciente, situado en los 13,60 euros.