Muchos inversores se preguntan si puede tener una repercusión importante en el Ibex 35 el hecho de que el Gobierno no lograra sacar adelante los Presupuestos y si finalmente (como así parece) tendremos adelanto electoral.
La respuesta es que la incidencia, por llamarlo de alguna manera, será pequeña y con efecto de corto plazo. Antaño sí hubiese tenido un mayor impacto en el mercado español, pero la madurez de los inversores hace que ya no se reaccione con la misma virulencia que antes, ahora se intenta poner en contexto cada asunto y darle la valoración medianamente objetiva que tiene.
De todas maneras, pese a la no aprobación de los Presupuestos, hay una serie de medidas que se mantienen (aumento de todas las pensiones, subida de la base de cotización de las pensiones de viudedad, subida salarial para los empleados públicos, aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), subida de las bases de cotización, subida de la cotización mínima de los autónomos, prórroga del Subsidio Extraordinario de Desempleo para desempleados de larga duración, retorno de la jubilación forzosa por convenio…).
Los mercados se mueven por sensaciones, por expectativas. A nadie escapa que el nuevo Gobierno que salga de las urnas (sea del color que sea) va a tener que seguir haciendo frente a dos cuestiones muy complicadas: el tema del independentismo catalán y las alianzas para formar Gobierno (si gobernará en mayoría o en minoría, si tendrá que recurrir a decretos ley, si podrá ser un Gobierno libre o rehén del apoyo parlamentario del resto de formaciones políticas, si será un Gobierno sólido y estable en el tiempo o bien será de duración corta). Sí, es cierto que toda «incertidumbre o inestabilidad política» influye en los mercados, pero no es algo nuevo, ya estábamos inmersos en ello, y es que estos dos problemas ya los tenía el actual Gobierno, de manera que no será un escenario nuevo, y lo saben los inversores, por lo que no debería de coger por sorpresa a nadie llegado el momento.
No es que sea un tema baladí, ya que para la sociedad española es de máxima importancia, lo que sucede es que hay dos motivos por los cuales no quitará el sueño a los inversores:
- 1. Vivimos una era en la que cada vez más los mercados están interrelacionados, hecho que le resta un poco de protagonismo a los asuntos domésticos.
- 2. Como bien apuntaba The New York Times a finales del año pasado, jamás en la historia hemos tenido al mismo tiempo tantos asuntos importantes para los mercados.
Y es precisamente este segundo punto el que hace que los inversores se centren en otros focos de incertidumbre, relegando la política española a un segundo plano.
¿Qué asuntos serán los que realmente sí mantengan a los inversores atentos?
- – Desaceleración de la economía de la Unión Europea. La economía de la región sigue siendo vulnerable. De hecho, el índice manufacturero registró la peor lectura en más de cuatro años. En Alemania el IFO cayó más de lo esperado, por debajo de la barrera de los 100 puntos por primera vez desde mayo del 2016, los pedidos de fábrica disminuyeron un 7% interanual (la mayor caída desde junio de 2012), las ventas minoristas cayeron un 4,3% (casi ocho veces las expectativas), la producción industrial volvió a caer por cuarto mes consecutivo. De todas maneras, la «buena» noticia es que un informe en Wall Street muestra que una contracción económica de Alemania tendría menos impacto en el resto de la zona del euro de lo que podría suponerse.
- – La inversión de la curva de rendimiento de los bonos de Estados Unidos tiende a avisar de una desaceleración económica. La idea a tener presente es que la curva de rendimiento ha predicho correctamente las últimas siete recesiones de Estados Unidos desde diciembre del año 1969. Como regla general, siempre que la curva de rendimiento se invierte, es decir, cuando las tasas de corto plazo se mueven por encima de las tasas de largo plazo, se producirá una recesión en un plazo de uno o dos años. El escenario que seguramente veremos no contempla una recesión en Estados Unidos en los próximos 12 meses, pero sí una desaceleración en el crecimiento este mismo año.
- – El Índice Báltico (Baltic Dry Index) es un indicador que se creó en el año 1985 y mide la evolución del transporte por mar de las principales materias primas. Se encuentra en terreno bajista y ello significa debilidad del crecimiento global.
- – En Europa, la era del dinero gratis sigue vigente y lo va a estar, salvo sorpresa, durante más tiempo del que se esperaba en un principio. Desde marzo del 2016 los tipos se mantienen en mínimos y, aunque la primera subida se esperaba para finales de año, todo apunta a que habrá que esperar al 2020 y el proceso se llevará a cabo de manera muy gradual.
- – El Brexit afectaría a un buen número de compañías del Ibex 35. Todas las miradas estarán fijadas en si finalmente asistiremos a un Brexit negociado o bien a un divorcio sin acuerdo, que sería el peor escenario, ya que supondría que Reino Unido dejaría de formar parte de la UE el 30 de marzo y pasaría a ser un país tercero en las relaciones comerciales con España (todo ello conllevaría la implementación de aranceles, controles aduaneros, restricciones en la movilidad de los trabajadores, etc). La economía española está expuesta a Reino Unido porque este es el segundo país receptor de inversiones españolas, el primer emisor de turistas y el quinto destino de las exportaciones Los sectores más expuestos son el sector de la automoción, ya que el 30% de las exportaciones españolas se dirigen a Reino Unido; los bienes protegidos por indicaciones geográficas, como vinos, bebidas espirituosas o alimentos; y el sector financiero con Banco Santander, Banco Sabadell y BBVA a la cabeza (otras compañías son Ferrovial, Telefónica, Inditex, IAG, Iberdrola.
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