Si algo es seguro en los mercados es que las situaciones como las actuales duran poco tiempo. La siesta en la que han ingresado los mercados es llamativa, pero mucho más lo es pensar cual es el motivo que despertará a los activos principales, y le dará un sacudón al dólar.
Normalmente, alguna noticia extraordinaria es lo que motiva este tipo de movimientos, por lo que habrá que esperar cual es la crisis que viene. Hay que ser demasiado optimista para apostar a que algún gesto de buena voluntad de Trump, de China o de Europa salgan a la luz para que los mercados se vuelquen a buscar riesgo después de una pausa como la actual.
Pero siempre hay excepciones. Esta vez, una más, la libra Esterlina se presenta con un panorama alcista de corto plazo, por encima de 1.3000, y con bastante terreno para ganar. La causa es la esperada: un Brexit que comienza a desinflarse, mientras gran parte de la dirigencia británica asume lo descabellado de la idea de salir de la Unión Europea sin ningún tipo de plan, y remendando todo sobre la marcha. Si la propia idea de irse ya no sonaba muy coherente, aunque fuera apenas avalada por un electorado que votó bajo engaños y promesas falsas, la situación actual deja en ridículo al gobierno de Theresa May y a buena parte del Parlamento.
La libra Esterlina, sensible a esta cuestión, tiene mucho por ganar y poco por perder. Después de tocar 1.2380 a inicio de mes, ya ganó más de 600 puntos, y no tiene resistencias importantes hasta 1.3500 ¿puede recorrer ese trecho en pocos días? No, salvo que un día el Brexit quede en la nada muy pronto.
Las demás monedas, a la espera. El euro, de la reunión del BCE, prevista para el jueves, en la que quedará en claro que no habrá alzas de tipos de interés en 2019, y que podría comenzar a impulsar a la baja a la moneda única, cuyo objetivo es 1.0700 para los próximos meses.
El yen, a la espera de alguna definición que lo torne como objeto del deseo, lo cual suele suceder ante las crisis globales. El oro, igual que el yen.
El dólar canadiense, esperando que el petróleo tenga algún impulso que lo lleve a 55.30 por barril WTI, donde habrá una venta masiva de contratos. Mientras tanto, el Loonie cae ligeramente.
El dólar australiano, esperando noticias de China para moverse, o al menos dejar de caer tenuemente como hasta ahora, no obstante lo cual luce mucho mejor que hace unas pocas semanas.
Y los países emergentes, a la espera de que las materias primas se muevan. Por caso, en Argentina el gobierno local festeja una suerte de paz cambiaria de varios meses incendiarios. Una apuesta arriesgadísima en un año electoral lleva a la dirigencia actual a apostar por un dólar quieto, tal vez sin evaluar que el empobrecido peso argentino no se mueve solo; el destino del billete aparece por encima de los $ 46.- en los próximos tiempos, salvo que haya alguna intervención indirecta, ya conocidas en ese país, lo cual solo incuba crisis a futuro.
A nivel global, no hay noticias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y el calendario de noticias de Estados Unidos luce muy modesto. Eso sí, será mejor prestar mucha atención a los gráficos: en cualquier momento, la calma se termina. Y nadie avisa al respecto.
Una excelente jornada de operaciones para todos, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College