Luego de un día de calma, con mercados cambiantes en el ánimo pero con movimientos muy tenues, llegó el día que todos esperan: el anuncio de política monetaria de la Fed.
Entre los analistas hay un consenso claro: el año finalizará con un aumento de tipos de interés, que quedarán en el 2.5% para iniciar 2019, luego de haber comenzado el año en el 1.5%. la entidad que comanda Jerome Powell se había trazado un plan, que como se ve cumplió perfectamente, y que sirvió para equilibrar en buena parte una gran cantidad de variables muy volátiles en tiempos de Trump: el empleo y la inflación.
Si bien no es puro mérito de la Fed, la tasa de desempleo cayó durante el año a su mínimo de 49 años al 3.7%, y la inflación se mantiene apenas por encima del objetivo del 2%. Esto llevó al propio Powell a decir, semanas atrás, que la tasa ya está apenas por debajo del nivel neutro.
En esa oportunidad, los mercados castigaron al dólar. Pocas horas después asumieron que la tasa puede estar casi neutra, pero que Powell no dijo si quería dejarla en ese nivel. La declaración de Powell fue el comienzo de una serie de presentaciones de diversos oficiales del Comité de Política Monetaria, que lentamente comenzaron a cambiar su discurso agresivo de pocos meses atrás por uno más moderado.
Ciertos indicios de que el fuerte crecimiento de la economía estadounidense está dando algunos signos de agotamiento llevaron a los funcionarios a cambiar su discurso, por lo que el comunicado de este miércoles por la tarde despierta una gran expectativa en los inversores.
Una vez más, y como ya sucedió en varias oportunidades en 2017, se plantea la disyuntiva: aumenta la tasa, sí, pero ¿hasta cuándo? ¿Seguirá la Fed con su política de aumento cada dos reuniones, como lo hizo desde mediados de 2017? ¿O se tomará una pausa?
Los pronósticos están divididos. A favor del dólar aparece, de todas formas, un hecho clave: si bien una pusa de la Fed le imprimiría un freno a su avance, no hay motivos reales para que sus contrapartes crezcan en mayor medida. Esto es: el dólar puede dejar de crecer, pero cuesta encontrar una causa para que el euro se dispare por encima de 1.1600, o que la libra alcance 1.3000.
En las bolsas de valores no creen mucho en las pausas de la Fed. Si bien el martes los índices de Nueva York, que son los que comandan la dirección de los índices de todo el mundo (muchos se enojan cuando uno dice esto, pero más que creerle a quien suscribe, hay que observar gráficos diarios) mostraron una rápida recuperación, no hay que olvidar que el lunes tocaron mínimos desde abril.
Todas las preguntas tendrán respuesta en pocas horas. El comunicado no será relevante en cuanto al movimiento de precios, y en todo caso, debería favorecer al dólar. Después de todo, la tasa del 2.5% excede justamente en un 2.5% al del BCE, en el 1.75% al del BoE, y en el 2.6% al del BoJ. Pero será en la conferencia de prensa de Jerome Powell, a partir de las 2:30 pm, cuando se sepa lo que tiene planeado para el año próximo, y allí sí veremos si la moneda líder tiene espalda para crecer, o empieza 2019 retrocediendo. Y no lo olvide, por favor, no opere durante la conferencia, y que el último punto lo gane otro.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College