Día tras día se amontonan en mi despacho los informes que advierten sobre una recesión económica a nivel global antes de lo previsto. Ayer mismo, David Rosenberg, economista jefe de Gluskin Sheff, y uno de los analistas más reputados de Wall Street, afirmaba que “los riesgos de recesión global para el próximo año son más altos de lo que mucha gente piensa”.
Es por esto por lo que en estas páginas recogemos los análisis que consideramos más interesantes que van en esta misma dirección, porque también pienso que la recesión económica está más cerca de lo “que mucha gente cree”.
El economista Guillermo Barba, al que periódicamente hacemos referencia en estas páginas por el especial interés y acierto de sus comentarios, afirmaba recientemente en una nota de investigación:
En ocasiones anteriores hemos comentado de las señales que se han presentado indican que una nueva recesión está cerca. Las primeras las vimos en octubre con las caídas de los índices accionarios en Estados Unidos. También destacamos que hay muchas ‘coincidencias’, pues los fines de los ciclos de crecimiento también se presentaron en este mes.
El banco JP Morgan calculaba una probabilidad de recesión de un 27% en octubre, pero desde entonces las cosas han cambiado, y ahora las probabilidades son de hasta el 70%.
“Si bien se espera que el riesgo de recesión crezca sustancialmente para 2020, suponiendo que no ocurra en 2019, una explicación de por qué puede ocurrir es porque se espera que el estímulo fiscal de Trump (recorte de impuestos para hogares y empresas) deje de dar impulso a la economía. Y ahora que los demócratas han ganado la Cámara de Representantes, han hecho prácticamente imposible cualquier estímulo fiscal adicional”, de acuerdo con el análisis.
Por su parte, Bank of America ha indicado una probabilidad de recesión en 2019 de 37%. Evidentemente, el banco no quiere hacer saltar las alarmas y tiene un modelo más conservador, pero resalta que se debe dar seguimiento a las solicitudes de desempleo en Estados Unidos, uno de los indicadores más importantes del estado de la economía.
“El aumento de las reclamaciones (por subsidio de desempleo) significaría una desaceleración en la contratación y un aumento del desempleo. En las últimas siete recesiones, la tasa de solicitudes ha crecido a doble dígito.”
La demanda de commodities (materias primas) en el mundo se está desacelerando, a causa de una menor actividad industrial. El estratega de Societé Generale (SocGen), Andrew Lapthorne, indica que, en Europa, los materiales básicos bajaron casi un 30% y los industriales bajaron un 26%. Además, muchos índices en mercados emergentes se encuentran en tendencia bajista.
Mientras tanto, estamos ante una burbuja que ya pudo haber reventado. Los precios de los activos han estado muy por encima del ingreso disponible de la población, como lo muestra la siguiente gráfica de Zero Hedge, en la que el índice Wilshire 5000, el cual representa a todas las acciones de EU que cotizan en Bolsa, está muy por arriba del ingreso personal disponible (líneas azules).
La línea punteada representa las tasas de interés de la Fed, que estuvieron en mínimos históricos en casi diez años. En este periodo fue cuando los precios de las acciones empezaron a subir más que el dinero que las personas tienen después de pagar impuestos. Cabe resaltar que esta gráfica llega solamente hasta el tercer trimestre de este año, por lo que a partir del cuarto veríamos la volatilidad y, con ella, desinflarse la burbuja.
Por otra parte, la morosidad en las tarjetas de crédito en Estados Unidos está aumentando, especialmente en aquellas que tienen los intereses más altos y que ocupan las personas con menos ingresos. Sin duda, otra señal del empeoramiento de la economía.
Por último, pero no menos importante, el Programa de armamento estatal de Rusia para 2018-2027, está armando los aviones de combate Su-57 con misiles hipersónicos, dijo una fuente de la industria de defensa rusa a la agencia de noticias TASS el 6 de diciembre.
El nuevo misil hipersónico será mucho más pequeño que el actual Kinzhal; esto se debe a las limitaciones de tamaño para colocar el arma dentro de la bahía de armas del avión invisible. La alternativa sería montar el misil en el exterior del avión, pero eso aumentaría la firma del radar del avión.
¿Qué tiene que ver esto con las señales anteriores? La economía global tiende a una desaceleración en 2019, que podría derivar en otra recesión y el riesgo de conflictos militares aumenta. Rusia se está preparando, China también, y desde 2017 EU incrementó su gasto en el Pentágono. Ojalá no se llegue al extremo de una guerra.
Por lo que nos toca como inversores, hay que comenzar a voltear a las acciones de las empresas de armamento, pues haya guerra o no, no hay duda de que estamos a la puerta de una nueva carrera armamentista.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa