Parece claro que la forma de ver las cosas depende como estés posicionado en el mercado. La historia sugiere que, dentro de cinco años, los precios de las acciones no estarán más bajos de lo que están ahora, y dentro de 10 años estarán mucho más altos. Pero en momentos como este, la historia es de poco consuelo. Lo que importa es asegurarse de pasar los próximos años sin perder dinero. Para ello, considere cuatro escenarios:
1. Si estás comprando acciones regularmente, mantén la calma
Claro, el precio de las acciones y los fondos de acciones que tienes en cartera pueden haber caído. Pero con cada euro que añada a su cartera, está comprando acciones a precios más baratos.
En otras palabras, este descenso del mercado tiene una gran ventaja: y cuanto más ahorre cada mes y cuanto más joven sea, más importante será. Como comprador habitual de acciones, no debería importarle que los precios de las acciones se mantengan bajos durante sus años de ahorro mientras trabaja, y desear subidas cuando se acerque el momento en el que rescatar los ahorros.
2. Si necesitas sacar dinero de tu cartera, cuenta tu efectivo
Suma la cantidad de dinero que necesites de tus cuentas financieras en los próximos años. ¿Tienes la cantidad necesaria en efectivo y bonos a corto plazo? De lo contrario, considera seriamente la posibilidad de sacar el efectivo necesario del lado de más riesgo de tu cartera. El hecho es que, si tienes dinero que necesites gastar en los próximos cinco años, es financieramente peligroso tenerlo en acciones y bonos de alto riesgo.
Me doy cuenta de que es doloroso vender acciones cuando la Bolsa ha caído un 10% desde su punto máximo. Pero hay que enfrentarse la realidad: si este es el comienzo de un mercado bajista, las cosas podrían empeorar mucho más. En un mercado bajista, definido como una disminución del 20%, la caída resulta ser de alrededor del 35% en promedio (aunque el promedio exacto varía según el índice y el período de tiempo que se mire).
3. Si sientes que tienes demasiado dinero en acciones, es el momento de actuar
Está su situación objetiva: si estás comprando más acciones a medida que tienes más ahorros, ¿te asustarías si las acciones siguen cayendo?
Repite después de mí: nadie sabe cómo se moverán las acciones en las próximas semanas y meses, lo que significa que no deberías decidir si comprar o vender en función de tus suposiciones o de cualquier otra persona.
Entonces, ¿cuál debe ser el factor determinante? Más que nada, hay que reflexionar sobre cómo reaccionarás si los precios de las acciones cayeran otro 10% o 20%. ¿Entrarás en pánico y venderás tus posiciones?
Si ya estás ansioso, probablemente es mejor entrar en pánico ahora y reducir un poco las posiciones en acciones, mientras que los precios aún se encuentren en niveles relativamente elevados.
4. Si crees que no tienes bastantes acciones, prepárese para volver a entrar al mercado
Comienza por decidir cuánto de tu cartera debería estar en acciones. A continuación, establece un calendario para invertir tu dinero. Nuevamente, esto no debe basarse en una suposición a ciegas sobre la dirección del mercado de valores. En su lugar, lo que importa es lo que se puede soportar.
Si el mercado actual se convierte en un mercado bajista, la historia sugiere que el declive podría durar algo más de un año. Eso significa que podríamos estar en los primeros momentos de esta caída y los precios podrían ser mucho más atractivos en el futuro. Pero no hay garantías: esta disminución puede llevar mucho más tiempo y ser mucho más profunda que la caída típica, o la caída actual del mercado podría no convertirse nunca en un mercado bajista en toda regla.
Mi consejo: sume todo el dinero que quiere destinar a la compra de acciones y divídalo en 24 inversiones mensuales. Si las acciones tocan mínimos o se recuperan desde aquí, invertirás algo de dinero en los mínimos. Si la Bolsa cae otro 5 por ciento, podría duplicar el tamaño de su inversión en un mes.
¿Le parece demasiado agresiva esta forma de invertir? Modifique su plan de inversión a tu propia tolerancia al riesgo. Pero haga lo que haga, anote el cronograma de inversiones planificado y péguelo en su escritorio, su refrigerador o en algún otro lugar donde lo vea regularmente. Eso le recordara a lo que se comprometió en tiempos más tranquilos.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa