Varias compañías españolas sufrieron marcadas caídas el viernes. BBVA (-5,86%) tras la propuesta del Gobierno mexicano de eliminar varias comisiones bancarias. Hay que recordar que el banco español no sufría tal varapalo desde el Brexit. Indra sufrió un castigo más severo aun (-8,78%) debido a las rebajas de su precio objetivo por parte de varias agencias. La terna la completa Acerinox con un recorte de -5,78%. Pese a todo ello, el Ibex 35 en la semana sube un +1,57% y registra su segunda semana consecutiva en verde.
La temporada de resultados empresariales está llegando a su final. En USA ya lo han hecho el 81% y en Europa el 76%. El balance es un incremento de los beneficios del +28% en EE.UU mientras que en el Viejo Continente suben un +11%. De cara a la semana que comienza tendremos los resultados de compañías como Bayer, Prysmian, Pirelli, SSE, RWE, E.ON, ACS y Vivendi en Europa, y Home Depot, Macy’s, Cisco, Walmart, NVIDIA y Viacom en USA.
Goldman Sachs es de la opinión que el crecimiento de las ganancias de las compañías del S&P 500 se reducirá drásticamente en los próximos dos años a medida que el crecimiento económico se desacelere. Concretamente esperan que el PIB se desacelere a 1,6% en 2020 desde el 2,9% en 2018.
Pero no hay que ser tan negativo. El siguiente gráfico muestra que, en promedio, las acciones comienzan a subir justo antes de las elecciones “midterm” y continúan subiendo durante el próximo año.
Jeroen Blokland (Robeco)
Es más, desde 1946 el S&P500 no cae en los 12 meses siguientes de este tipo de elecciones como pueden ver en el siguiente gráfico.
Jeroen Blokland (Robeco)
Incluso para aquellos inversores que tienen un horizonte temporal más corto que los 12 meses, las cosas se ven bastante bien también, el índice S&P 500 subió casi un 11% de promedio desde el mínimo de octubre hasta el final del año. Nuevamente, el retorno fue positivo para todas las ocasiones desde el año 1950.
Jeroen Blokland (Robeco)
Por lo tanto, si los datos históricos sobre los resultados de las elecciones se siguen cumpliendo, se podría confiar para que las acciones sigan avanzando. Si añaden a esto que una recesión es poco probable dentro de los próximos 12 meses y que el crecimiento de las ganancias seguirá siendo decente, entonces parece un poco prematuro hablar del final de este mercado alcista.
UBS también ha querido transmitir su opinión en un informe cuyo contenido principal se puede resumir en que octubre fue un mes negro para las Bolsas con caídas mensuales superiores al 7%, los riesgos que apuntan a un mercado débil y más volátil no han desaparecido, pero consideran que la venta masiva ha sido desproporcionada.
Pero en Europa el tema es algo más delicado. Las exportaciones alemanas se redujeron en septiembre y podríamos ver la economía estancada por primera vez en más de tres años. El Bundesbank dice que la desaceleración del tercer trimestre se debió a dificultades temporales en la industria automotriz y espera un repunte, pero una escalada de las tensiones comerciales o una desaceleración global más pronunciada podrían socavar eso.
Las empresas de la zona euro entraron en el tramo final del año con el crecimiento más débil en más de dos años. El Índice del Gerente de Compras para manufactura y servicios cayó a 53.1, siendo la peor lectura desde septiembre de 2016.
Pero aun hay más. Italia está al borde de la recesión. El PMI compuesto está ahora en territorio de contracción económica (por debajo de 50) bajó a 49,3 en octubre, siendo la lectura más baja desde 2013. Mientras tanto, el PMI de servicios se redujo a 49.2 desde 53.3 en septiembre, la primera caída en la actividad comercial en más de dos años y el nivel más bajo desde septiembre de 2014. El crecimiento de la economía italiana se estancó en el tercer trimestre del año en relación a los tres meses anteriores, cuando el PIB del país transalpino creció un 0,2%, registrando así en el primer trimestre completo bajo el nuevo Gobierno de coalición de Liga y ‘M5S’ su peor evolución económica desde el final de 2014.
Y aquí es cuando entra en escena HSBC comentando que los indicadores macroeconómicos más recientes son motivo de preocupación para el Banco Central Europeo y cree que un frenazo en el crecimiento impedirá que suban los tipos de interés, sólo ven una subida en 2019 de 15 puntos básicos, y no más movimientos, al menos hasta 2021.
Por cierto, y siguiendo con Italia, mañana martes expira el plazo para que trasladen a Bruselas un borrador de los presupuestos después de que les echaran para atrás las cuentas de 2019 por el exceso de déficit. Pese a ello, el Gobierno populista italiano sigue en sus trece y no tiene intención alguna de cambiar sus planes, por lo que sigue adelante con su propuesta de un déficit del 2,4% para el próximo año. Claro, las amenazas de sanciones económicos ya se han puesto sobre la mesa. De todas maneras, aunque siempre el temor a un efecto contagio está presente, no es algo de lo que haya que preocuparse ahora mismo.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es