El beneficio neto de Repsol en los primeros nueve meses del año se situó en 2.171 millones de euros, un 37% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior y es el mejor resultado obtenido desde hace diez años en esa misma franja temporal.
Repsol venía beneficiándose de la fortaleza del petróleo, pero desde comienzos del mes de octubre el escenario dio un giro. El crudo comenzó a caer, concretamente un 12% desde los máximos de cuatro años, ya que una caída en los mercados de renta variable generó inquietudes sobre el crecimiento económico y la demanda de energía. Con las renovadas sanciones estadounidenses a Irán que entrarán en vigor en noviembre, los inversores están buscando señales de si la OPEP y sus socios son capaces, y están dispuestos, a aumentar la producción para cubrir cualquier posible brecha de suministro. Arabia Saudí parece que sí, comentó que puede aumentar aún más su producción para aliviar el déficit de suministro, en cambio, hay varios miembros que afirman que la OPEP y sus aliados probablemente mantengan la política de producción de petróleo estable cuando se reúnan en diciembre, ya que los precios actuales cerca de 70 dólares el barril se adaptan a todos los miembros.
Por tanto, los recortes que el petróleo está sufriendo desde el inicio del presente mes está lastrando la buena marcha que la petrolera española llevaba en el año. Así pues, no hay que asustarse, no hay un cambio de rumbo. Mientras, es la petrolera europea con múltiplos más atractivos en términos de PER
Pero no sólo lo anteriormente expuesto ha originado que desde octubre haya recortes. En el gráfico pueden ver cómo el 2 de octubre se llegó a la resistencia que se formó el 10 de julio. Presenta un nivel de soporte sólido en la zona de los 13,75 euros, pero se encuentra todavía alejado.
El consenso del mercado le otorga un precio objetivo en los 18-18,50 euros. El 85% se decanta por comprar o mantener.
En cuanto a la retribución al accionista, el dividendo de Repsol en 2018 será de 0,9 euros por acción, con un crecimiento medio del 8% anual hasta el año 2020, que llevaría a 1 euro por título en dicho ejercicio.
Hablando del petróleo, les comento brevemente una serie de cuestiones. Hay 2 tipos:
- – Brent: se trata de un petróleo de alta calidad con bajo contenido en azufre y baja densidad. Es ideal para producir gasolina, queroseno y gasóleo, de ahí su alto precio. Su importancia radica en que marca el precio de referencia para Europa.
- – West Texas Intermediate: se obtiene en Texas. La calidad es superior a la del Brent, en cuanto a que es más ligero, por lo que su refinado para obtener combustible es todavía más fácil. A pesar de ello, el precio del barril de WTI no tiene por qué ser superior al de Brent y, de hecho, suele ser al contrario. El motivo es que el precio viene determinado por otros factores más allá de su calidad como crudo, como el tipo de cambio del euro frente al dólar o la situación de los países de la OPEP. Su importancia radica en que marca el precio de referencia para USA.
Tradicionalmente el precio Brent y el precio del WTI iban de la mano, por no decir que eran iguales. Pero desde el año 2011 esto cambió. ¿El motivo? La sobreproducción de USA y que las infraestructuras no estaban preparadas para almacenar y distribuir tanto, por lo que bajó su cotización. Ese es el motivo por el que desde ese año el crudo Brent ha sido siempre más caro que el WTI (salvo en muy pocas ocasiones muy concretas, como por ejemplo en la recta final del 2015).
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es