BBVA ha presentado unos beneficios de 4.323 millones de euros, cuando el consenso del mercado esperaba 4.334 millones, así pues, en línea con lo esperado. La entidad tocó techo en agosto de 2017, aunque realmente ha sido este año 2018 cuando se impuso la inercia bajista. Una de las razones que abrió la veda fue su exposición en Turquía con una cartera de deuda turca valorada hasta hace pocos meses en 9.682 millones de euros. De hecho, el BCE estuvo muy atento a la exposición de los bancos europeos al país turco (en especial, BBVA, UniCredit y BNP Paribas), y es que a la entidad le preocupan los créditos en divisa extranjera, ya que la depreciación de la lira turca podría causar impagos de dichos créditos.
La parte positiva es que en el tema de Turquía lo peor ya ha pasado, y además el mercado tiene descontado los posibles escenarios, por lo que en este sentido no debiera de ser un foco de incertidumbres o problemas.
El otro tema de quién ha de pagar el impuesto sobre las hipotecas que está dilucidando el Tribunal Supremo, tampoco debiera de ser un problema, otra cosa es la reacción en el corto plazo. En el caso de que tenga que ser abonados por las entidades bancarias, hay 2 escenarios:
- – Los paga desde ahora en adelante: no hay problema, para compensar los efectos incrementará en las nuevas hipotecas las comisiones y los tipos.
- – Los paga desde ahora en adelante + varios años hacia atrás: incrementará en las nuevas hipotecas las comisiones y los tipos, pero además subirá las comisiones a los clientes (por ejemplo por transferencias, por mantenimiento de cuentas y tarjetas, etc).
Seguramente, lo más probable es que se limite la retroactividad a cuatro años, de manera que sería el segundo escenario de los expuestos. En el peor de los casos (devolución del impuesto sobre las hipotecas a las personas que la solicitaron en los últimos 20 años), hablaríamos de unas pérdida en el sector bancario alrededor de 15.000 millones de euros.
Por tanto, si bien es cierto que está dando para muchos titulares de prensa, si los bancos han de pagar el impuesto no sólo desde ahora sino también con retroactividad hacia atrás, tienen medios para amortiguar las consecuencias, de manera que la reacción en Bolsa sería negativa, pero no debiera de ir más allá del corto plazo.
¿Afectará la norma contable IAS 29? Argentina entró el pasado 30 de junio en hiperinflación por primera vez desde el año 1990 (hay hiperinflación cuando los precios aumentan un 100% en tres años). Esto obliga a todas las empresas españolas con filiales en el país a aplicar en las cuentas del tercer trimestre por primera vez la norma contable IAS 29. De esta manera, se obliga a actualizar el valor de sus activos y pasivos en el país. Las empresas también deben valorar sus activos a 30 de septiembre y comparar la tasación con la de inicios de año (si la diferencia es positiva, implica que esa empresa ha ganado dinero). Pero los bancos no han de preocuparse demasiado, ya que los préstamos y los depósitos quedan al margen.
Mario Draghi mantuvo en su reciente discurso que el BCE mantendrá los tipos de interés sin cambios como mínimo hasta el verano de 2019. Seguramente veamos la primera subida en septiembre, sin descartar octubre. Lo que ocurre es que el tema de Italia está presente, lo que significa que si llegase a empeorar sustancialmente, se correría el riesgo de aplazar la subida de tipos, algo que los bancos no quieren escuchar hablar ni por asomo. No creo que suceda eso, pero conviene sencillamente saber que la posibilidad, remota a día de hoy, está ahí.
¿Apostar por BBVA? El mercado es favorable a ello. BBVA ha recibido un castigo severo, excesivo. En Wall Street empiezan a animarse y le dan incluso un potencial al alza en torno al 12-15%, entre otras razones, por los beneficios derivados de la transformación digital del banco. El 80% prefieren mantener o comprar, tales como HSBC, Alphavalue, Goldman Sachs, Credit Suisse, Deutsche Bank, Kepler Cheuvreux. El precio objetivo que les dan va desde los 6,80 euros que es el más pequeño, a los 8,50 euros que es el más aventurado.
Técnicamente hablando, presenta en los 4,36 euros un nivel de soporte fuerte formado en junio de 2016 que sería interesante como compra. Es cierto que todavía está lejos y que si todo va bien el precio no llegue, pero siempre es bueno saberlo por si acaso.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es