Iberdrola comenzó en julio a acusar una caída en Bolsa. El motivo obedecía a la reforma que el Gobierno quería aplicar, concretamente imponer un límite a lo que algunas compañías pueden cobrar en el mercado eléctrico y que esa diferencia se destine a abaratar el recibo eléctrico.
En principio, las empresas más perjudicadas serían Endesa (la actividad hidráulica supone un 14%), Iberdrola (4%) y Naturgy (1%).
Como no podía ser de otra manera, el sector no está nada de acuerdo. Sí es cierto que abogan por una reforma del mercado, pero piden que no se penalicen a las energías libres de emisiones. Concretamente, Iberdrola ya ha manifestado públicamente en varias ocasiones que son medidas contrarias a la normativa de la UE, por lo que habría procesos judiciales, y que es preferible centrarse en recuperar la confianza de los inversores ante la transición energética y no penalizar a las compañías que han apostado por tecnologías limpias.
En realidad, el impacto de estas medidas no va a tener tanta incidencia en las cuentas del sector como cabría suponer en un primer momento. Lo que sucede es que estamos hablando de un sector que tradicionalmente se vuelve muy sensible en bolsa a cualquier cambio regulatorio.
Pese a las últimas caídas experimentas, Iberdrola cuenta a su favor con su posición internacional, ya que la eléctrica tiene presencia en países con estabilidad regulatoria como España, Brasil, Reino Unido y Estados Unidos. Además, la presencia en Latinoamérica le posibilita obtener importantes crecimientos y tiene una exposición limitada a los precios de las materias primas. Así pues, la compañía combina crecimiento en un negocio diversificado geográficamente y una remuneración razonable.
El 24 de abril les comenté que el primer objetivo de la subida estaba en los 6,90 euros. Ese día abrió en 6,24 y ha llegado a subir de momento a 6,80 euros.
Una opción que seguramente estén barajando muchos inversores para reengancharse será comprar en la zona de los 5,60 euros, aunque se encuentra alejada en estos momentos.
Fíjense que pese a las caídas, en ningún momento se ha observado sobreventa. La última lectura relevante del indicador fue en el mes de junio cuando tuvimos sobrecompra y este hecho hizo que las acciones de la compañía marcasen un techo de mercado a partir del cual vinieron los recortes.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es