En muchas áreas de la vida, a menudo somos nuestros peores enemigos. El reino de las finanzas personales no es diferente.
¿Cuál es la mayor amenaza para lograr la independencia financiera?
Desafortunadamente, es tu propio cerebro.
Puede invertir en todas las cosas correctas, minimizar los aranceles e impuestos, e incluso diversificar sus tenencias. Pero si no dominas tu propia psicología, todavía es posible caer víctima del auto-sabotaje financiero.
La infografía de hoy es de Tony Robbins, y usa datos y puntos de conversación de su libro número 1 de libros más vendidos, «Invencible: su libro de apuestas sobre la libertad financiera», Posteriormente publicamos los seis errores más comunes que comenten los inversores, y cómo solucionarlos. Hoy analizaremos los tres primeros:
El gráfico se basa en un capítulo del libro que revela las limitaciones psicológicas claves del cerebro humano. Resulta que estos instintos de supervivencia falibles han sido incorporados a nuestros cerebros durante millones de años, y se vuelven muy molestos cuando intentamos tomar decisiones financieras racionales.
Para superar estos instintos, los inversores deben adoptar sistemas, reglas y procedimientos simples que puedan garantizar que las decisiones sobre el dinero que tomamos estén en nuestro mejor interés a largo plazo.
SEIS ESCOLLOS PSICOLÓGICOS A EVITAR
Recuerde estos seis escollos, y cómo contrarrestarlos, y podrá evitar los errores más grandes que los inversores cometen con frecuencia.
ERROR # 1: Buscando la confirmación de tus propias creencias.
Tu cerebro está conectado para buscar y creer información que valida tus creencias existentes. Nuestras mentes aman la «prueba» de lo inteligentes y correctos que somos.
Los medios de noticias (MSNBC, Fox News, etc.) tienden a favorecer un punto de vista
Google y Facebook filtran nuestros resultados de búsqueda
Los rumores sin fundamento pueden correr sin control, siempre que refuercen los puntos de vista existentes
Esto puede ser excepcionalmente perjudicial en la inversión.
Convencerse de que una acción o estrategia en particular es correcta, sin tener en cuenta pruebas contradictorias, puede ser el clavo en el ataúd de la libertad financiera.
La solución: Bienvenidas opiniones que contradicen las tuyas.
Los mejores inversores saben que son vulnerables al sesgo de confirmación, y hacen preguntas activamente y buscan opiniones calificadas que no estén de acuerdo con las suyas.
Ray Dalio, por ejemplo, busca el detractor más inteligente de su idea, y luego trata de descubrir su razonamiento completo detrás de su opinión contraria.
ERROR # 2: Combinar sucesos recientes con tendencias actuales.
Uno de los errores de inversión más comunes, y peligrosos, es creer que la tendencia actual continuará.
En psicología, esto se conoce como sesgo de actualidad, o poner más peso en los eventos recientes al evaluar las probabilidades de que algo suceda en el futuro.
Por ejemplo, un inversor podría pensar que debido a que una acción ha tenido una buena evolución recientemente, también lo hará en el futuro.
La solución: re-equilibre.
La mejor manera de evitar esta toma de decisiones impulsiva y defectuosa es comprometerse con las asignaciones de cartera (es decir, 60% acciones, 40% bonos) por adelantado, y luego volver a equilibrar de forma regular.
ERROR # 3: Exceso de seguridad
Las personas muy exitosas e impulsivas a menudo asumen que serán tan buenas para invertir como lo son en otros aspectos de su vida. Sin embargo, este exceso de confianza es un sesgo cognitivo común: constantemente sobreestimamos nuestras habilidades, nuestro conocimiento y nuestras perspectivas futuras.
La solución: sea real y honesto. Al admitir que no tiene una ventaja especial, se otorga una ventaja enorme, y vencerá a los inversores que se muestran confiados y que se engañan creyendo que pueden superar al mercado.
ERROR # 4: Ir a por las grandes apuestas
Es tentador ir por las grandes victorias en su búsqueda para crear riqueza financiera. Pero apostar por ese tipo de inversiones, significa en muchas ocasiones grandes pérdidas que serán difíciles de recuperar.
La mejor manera de ganar el juego de la inversión es lograr rendimientos sostenibles a largo plazo que aumenten con el tiempo. No se distraiga con el ruido a corto plazo en Wall Street y reoriente su enfoque para generar riqueza a largo plazo.
ERROR # 5: Quedarse en casa
Este sesgo psicológico se conoce como «sesgo del hogar», y es la tendencia de las personas a invertir de manera desproporcionada en mercados que les son familiares. Por ejemplo, invertir en:
Las acciones de su empresa
Tu propia industria
El mercado de valores de su propio país.
Sólo una clase de activos
La solución: Diversificar
Diversificar ampliamente, en diferentes clases de activos y en diferentes países. De 2000 a 2009, el S&P 500 solo obtuvo un rendimiento del 1.4% por año, pero los mercados extranjeros se recuperaron:
Stocks internacionales: 3.9% anual.
Mercados emergentes: 16,2% anual.
Una cartera bien diversificada hubiera funcionado bien, sin importar en qué.
ERROR # 6: Sesgo de negatividad
Nuestros cerebros están conectados para bombardearnos con recuerdos de experiencias negativas.
De hecho, una parte de nuestro cerebro, la amígdala, es un sistema de alarma biológica que inunda al cuerpo con señales de miedo cuando estamos perdiendo dinero.
¿El problema con esto? Cuando los mercados se desploman, el miedo se apodera y es fácil actuar de manera irracional. Algunas personas entran en pánico y venden sus carteras completas para conseguir efectivo.
La Solución: Prepararse
La mejor manera de evitar el sesgo de negatividad es:
Mantenga un registro de por qué invirtió en ciertos valores en primer lugar
Mantenga la asignación de activos correcta que lo ayudará a superar la volatilidad.
Tener el asesor financiero adecuado.
Céntrese en el largo plazo y evite las distracciones del mercado a corto plazo
CONCLUSIÓN
Estas reglas y procedimientos simples le facilitarán la inversión a largo plazo.
Ellos te ayudarán:
Comerciar menos
Menores gastos de inversión y costos de transacción
Estar más abierto a vistas que difieren de las suyas.
Reducir el riesgo diversificando globalmente.
Controla los miedos que de otra manera podrían descarrilarte.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa