Entramos en un escenario delicado pero que ya se sabía de sobra, por lo que no puede sorprender a nadie. Sí, se acaba el chollo de que los Bancos Centrales sigan inyectando dinero, cosa que llevan haciendo desde el año 2008 para apoyar la recuperación económica mundial. y es que compraban a mansalva bonos y acciones, pero la cosa llega su fin.
Este mes de octubre tenemos dos hechos clave:
- El Banco Central Europeo reduce de 30.000 a 15.000 millones de euros la compra de deuda, y en diciembre ya no comprará nada más.
- La Reserva Federal de Estados Unidos reduce su balance.
Todo va a ser gradual, básicamente porque los estímulos monetarios se mantienen, aunque se van reduciendo poco a poco para no provocar temores en los mercados, una obsesión siempre de los Bancos Centrales (la liquidez inyectada por los bancos,incluidos los emergentes, entrará este mes en terreno negativo).
Y sí, todo ello puede tener repercusiones en los mercados, de hecho, algunos países emergentes, como Argentina o Turquía, ya están en esa tesitura.
Pero sin duda alguna, el verdadero problema, en Europa, está en Italia. La deuda soberana llegó a los 2,3 billones de euros, lo que muestra que lo de Grecia en su momento era una minucia (322.000 millones de euros). Incluso la de España es algo menos de la mitad (empequeñece la crisis de Grecia, cuya deuda pública es de 322.000 millones de euros). En el caso de España, la deuda es algo menos de la mitad (1,160 billones de euros).
Claro, ¿cuál es el gran miedo de la Unión Europea? Que llegado el caso, no hay dinero para rescatar a Italia, pero es que ni por asomo y podría suponer un golpe mortal al euro y al proyecto comunitario. Claro, gobernando populistas la cosa se agrava, porque siguen empeñados en gastar más y más para cumplir las imposibles promesas demagógicas que les han llevado al poder, pero a la hora de cumplir las promesas se requiere un gasto de una magnitud descomunal, que no es serio en un país que ya de por sí tiene una deuda gigantesca.
Fíjense que Italia crece al 1,2%, cuando España lo hace al 2,5% y la UE al 2,5%. Por tanto, el problema es doble: debe mucho dinero, quiere gastar más y crece muy por debajo que el resto.
Así pues, Italia no renuncia a sus planes fiscales, pese a las advertencias desde la UE.
Mientras, el rendimiento de los bonos del Gobierno italiano ha subido hasta máximos de cuatro años y medio y el de 10 años está ya en el 3,52%!!
Por su parte, la Bolsa italiana cae un -18% desde el pasado mes de mayo…
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es