El dato de empleos de Estados Unidos, conocido el viernes, arrojó cifras mucho mejores de lo esperado, provocando un alza inmediata del dólar, que se mantuvo firme durante toda la sesión; dicha fortaleza se extiende, en la mayoría de los pares principales, a las primeras horas del lunes.
Los informes conocidos, más allá de las cifras duras, muestran que el mercado laboral estadounidense goza de una solidez que no tiene antecedentes en los últimos 20 años, y que terminará por convencer a los oficiales de la Fed, si es que alguno aún duda, de elevar por tercera vez en el año los tipos de interés cuando se reúna en las próximas semanas.
Esta presunción, que de todas formas gran parte del mercado descuenta, puede ser clave durante todo el mes de septiembre para apuntalar al dólar. Así, el euro parece alejarse de 1.1600 y mucho más de los máximos de los últimos días de agosto, en 1.1732, nivel que debería haber superado para finalizar la tendencia bajista principal del par EUR/USD. Por ello, un quiebre convincente debajo de 1.1450 podría disparar una venta masiva de euros, apuntando al mínimo anual de 1.1300, que tocó semanas atrás.
La libra Esterlina tiene por delante días de alta volatilidad. Se acerca el Brexit, y es hora de definiciones en cuanto al acuerdo al que deberán llegar Reino Unido y la Unión Europea para que el divorcio sea ordenado y al menos no tan caótico como a priori luce. Los vaivenes de la libra la han llevado sin pausas desde la zona de 1.28 a bien arriba de 1.30, para perder terreno en minutos, al compás de distintas presentaciones y declaraciones de funcionarios que negocian la salida. El sentido común indica que en algún momento habrá acuerdo, y que la libra dejará de caer, para estabilizarse en la zona de 1.4000. Pero realmente para ello falta mucho, y esta semana volveremos a asistir a una libra errática y volátil.
El dólar australiano, por su parte, parece ser la moneda que más está sufriendo el drama de la guerra comercial desatada entre Estados Unidos y China, cuyas amenazas mutuas de sanciones y aranceles no deja de sumar capítulos. Australia tiene una economía sólida, pero demasiado dependiente de China, y así lo refleja el castigado Aussie, en mínimos de dos años y medio, y con perspectivas claramente bajistas para los próximos días. Solo su sobre venta, muy evidente en el corto plazo, podría darle la fuerza necesaria para una corrección alcista de baja monta.
La semana tendrá tres eventos de enorme importancia. El jueves será el turno del comunicado de política monetaria del BoE, que dejará la tasa de interés sin cambios, algo que puede, naturalmente, impactar en una baja de la libra Esterlina. El mismo día el BCE dará a conocer su propio comunicado, seguido de una conferencia de prensa de su titular, Mario Draghi. Poco para ofrecer parece tener el funcionario, más que anticipar que habrá menos inyección de capitales por parte de la entidad, lo cual podría darle algún respiro momentáneo al euro. Y el viernes, las ventas minoristas en Estados Unidos estarán en el foco de los inversores, en un dato que tal vez no tenga demasiado impacto en los precios, pero sí podría ser decisivo para ese día.
Como se ve, una segunda semana de mes, que normalmente es muy modesta en movimientos, y que esta vez tendrá mucho para seguir. Y para buscar oportunidades de negocio.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College