«Que viene el lobo, que viene el lobo. Y el lobo no llegaba. Hasta que un día llegó y provocó una masacre. Con las fintech y los bancos pasa lo mismo, pero el lobo, si es que llega, tardará en llegar. Además, los bancos ya se han aliado con el fiero animal. Calma, señores analistas. Los productos ofrecidos por las fintech suelen ser complementarios o de soporte a los bancarios por destinarse a clientes históricamente excluidos del sector tradicional debido a la falta de rentabilidad o alto riesgo, por lo que la competencia no está relacionada con la cuota de mercado, sino con la intelectual. Así se desprende del informe ‘Comparativa de la oferta de la banca vs fintech’ elaborado por el Observatorio de la Digitalización Financiera (ODF) Funcas-KPMG, en el que se apunta a que solo el 20% de las fintech son competencia directa de la banca tradicional», dice el analista jefe de una gestora.
«Lo curioso es que la competencia entre banca y fintech está en el terreno de las ideas más que en cuotas de mercado», ha asegurado el director de ODF, Santiago Carbó, añadiendo que este nuevo escenario hace que el sector bancario tradicional mejore en innovación.
De hecho, el documento apunta a que actualmente se aprecia un sector financiero «más sólido y rentable», debido a que los bancos se enfrentan a un entorno de máxima exigencia caracterizado por unos bajos tipos de interés, por una gran competencia por los clientes, los negocios y las operaciones más rentables y por la aparición de nuevos actores.
Para hacer frente a estos retos, la banca tradicional está redefiniendo sus modelos de negocio con el fin de satisfacer a unos clientes cada vez más digitales, de acuerdo con las nuevas regulaciones, aumentando la transparencia y manteniendo la seguridad y la confianza.
«Frente a otras olas de innovación que ha vivido el sector financiero a lo largo de su historia, la actual elimina muchas barreras de entrada y permite el rápido desarrollo de nuevos modelos de negocio, lo que la convierte en un movimiento más disruptivo que los precedentes», apunta el informe.
LOS GIGANTES TECNOLÓGICOS: LA VERDADERA AMENAZA
Los autores del informe creen que para hacer frente a esta situación lo más adecuado es la colaboración entre banca y fintech, justo en un momento en el que la irrupción de los gigantes tecnológicos amenaza el papel que han desempañado tradicionalmente en la vida de los clientes.
Los préstamos, tanto a empresas como a particulares, son la principal área de competencia entre banca y fintech. No obstante, como sucede con el resto de verticales, la financiación fintech suele ser más complementaria que sustitutiva de la bancaria. Así, se estima que en un futuro «cercano» la principal competencia, con productos y servicios realmente sustitutivos a los bancarios, no vendrá de las fintech, sino de las grandes compañías tecnológicas.
Las compañías como Google, Amazon, Facebook o Alipay ya cuentan con licencias de entidad de pago o de dinero electrónico en Europa. En este sentido, y bajo el paraguas de la PSD2, podrán tener acceso, previo consentimiento, a las cuentas de los clientes.
Esta normativa abrirá las puertas a que las compañías tecnológicas puedan desarrollar productos que, aprovechando la gran masa de usuarios fidelizados que tienen, presionen «fuertemente» a la banca tradicional.
Enzo Sánchez
La Carta de la Bolsa