Eurozona
Los salarios de la zona del euro aumentaron un 2,2% en el segundo trimestre, la mayor cantidad desde el año 2012 (impulsado por Alemania, donde se elevaron los salarios un 3%). Un signo de que el mercado laboral va bien, con el desempleo en niveles de casi una década.
El PMI Compuesto de la zona euro se situó en 54,4 frente al 54,3 anterior, aunque el optimismo de las empresas cayó a mínimos de dos años. El crecimiento en Francia y Alemania se aceleró, mientras que se redujo en el resto de la zona euro.
Así pues, tenemos un crecimiento estable en la zona euro, pero a un ritmo de expansión bastante ligero y el crecimiento de la actividad de las empresas en agosto es el tercer nivel más bajo desde enero de 2017.
La expansión económica de Alemania alcanzó su ritmo más rápido en seis meses, aunque probablemente se enfríe este trimestre, aunque la economía se mantendrá sólida.
El BCE publicará nuevas proyecciones económicas el 13 de septiembre, fecha en la que habrá que estar atentos.
Mercados
– En el Eurostoxx (futuro), el mercado que manda en Europa, ha sido muy importante la actuación de los 3355, un nivel de soporte formado el pasado mes de junio y que fue puesto a prueba el 15 de agosto con éxito, ya que no sólo detuvo las caídas sino que también está provocando un rebote al alza de 110 puntos por el momento.
Así pues, todo lo que sea estar por encima de los 3355 puntos implica fuerza y ausencia de signos de debilidad.
– En el caso del Ibex 35 sucede lo mismo, semanas atrás les indiqué los 9380 puntos como la clave de todo, la línea que separaba el bien del mal. El precio llegó hace poquito, el 15 de agosto, y detuvo las caídas, originando un rebote al alza de momento de 250 puntos.
La idea es la misma que en el Eurostoxx, todo lo que sea estar por encima de los 3355 puntos implica fuerza y ausencia de signos de debilidad.
– El 9 de julio les comenté por qué el oro caía y por qué seguiría cayendo: «el oro cotiza en dólares, lo que implica que ambos activos mantienen una relación inversa, en la que generalmente si uno sube el otro baja y viceversa. La realidad es que en Wall Street los inversores difícilmente podrán encontrar motivos de peso para comprar oro si el billete verde sigue fuerte y la Reserva Federal mantiene la tónica alcista con los tipos de interés (las actas de la última reunión de la Fed muestran la confianza en la economía y estas buenas perspectivas garantizan que la entidad continúe con su proceso de normalización monetaria)».
Desde ese día, el oro ha caído de 1258,20 a 1161,40 dólares.
El oro ha caído alrededor de un 11% desde el máximo de este año. Durante los recientes episodios de agitación del mercado, los inversores han pasado por alto los lingotes en su búsqueda de refugios, eligiendo en cambio el dólar, el yen o los bonos del Tesoro.
Ya van cinco semanas consecutivas en que los gestores aumentan su posición neta corta en el metal.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es