Grifols tenía argumentos para ser un valor alcista, de hecho lo ha sido desde el año 2011. Pero, siendo más recientes, desde 2017 obedeció a la estrategia de potenciar las ventas en aquellos lugares menos afectados por las medidas de austeridad y que tengan menores periodos de cobro y mejores márgenes. También continuó su proceso de expansión internacional, de hecho el 94% de su facturación tiene su origen en el extranjero.
Importante fue que las autoridades sanitarias de Estados Unidos siguieron a pleno rendimiento para frenar el virus Zika. Y es aquí donde Grifols entró en juego, ya que es uno de los dos únicos proveedores, junto a la compañía suiza Roche, seleccionados por el Gobierno para utilizar un test capaz de encontrar rastros de este virus en los análisis de sangre.
Y no es baladí lo que The New York Times publicó: se espera que al año se hagan 13,5 millones de donaciones de sangre y Grifols cobraría entre 6 y 10 dólares por cada uno de ellos, lo que supone una ganancia potencial de 100 millones de euros.
Grifols es una de las compañías que salió favorecida con la reforma fiscal de Trump. Obtuvo en el primer trimestre del año 1.023 millones de euros, lo que supone una caída del 3,6% debido a la depreciación del dólar (a tipo de cambio constante era un incremento del 7,4%).
También se beneficia de la fortaleza del dólar americano frente al euro, básicamente porque buena parte de sus ingresos provienen de EE.UU. y con un billete verde fuerte reduciría los gastos fiscales y reduciría el coste de su deuda.
La compañía anunció la adquisición de Haema en Alemania. Esta empresa cuenta con 35 centros de extracción y recogida de sangre y es la mayor plataforma de centros de plasma de Europa. Una buena jugada estratégica, ya que de esta manera la compañía se garantiza el acceso a su principal materia prima.
¿Razones?
- – Crecimiento sostenible.
- – Expansión de sus márgenes.
- – El sector de hemoderivados está fuerte y Grifols es uno de los tres mayores productores mundiales de terapias con proteínas y líder global de las tres principales proteínas comercializadas.
- – El dólar mantendrá su inercia apoyado en varias subidas más de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (se espera 1-2 subidas en lo que resta de 2018 y 2-3 subidas a lo largo de 2019).
Técnicamente hablando, decir que desde la formación de un patrón de doble suelo en marzo y abril, la tendencia pasó a ser alcista y con fuerza. Es precisamente en esa zona donde hubiera sido interesante comprar si llegase el precio, pero se encuentra ya alejada en torno a los 21,42 euros.
Por arriba, el techo anual marcado en junio (28,07 euros) vino propiciado por existir sobrecompra.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es