La semana comenzó bien en las Bolsas, pero el anuncio de Trump de imponer aranceles por valor de 200.000 millones de dólares hizo que la incertidumbre y los temores regresasen a los parquets bursátiles del Viejo Continente. Como resultado, el cierre en Europa fue variopinto, con el Ibex 35 siendo el más castigado (-1,70%). Las mayores caídas se registraron en el sector teleco y el de utilities. Por su parte, el índice S&P 500 subió un 1,5% y el Dow Jones un 2,3%.
El índice de volatilidad VIX cayó por segunda semana a 12,18 y el petróleo también descendía debido a la reapertura de los puertos de Libia y la posibilidad de que Irán continúe exportando petróleo a pesar de las sanciones norteamericanas.
Pero es evidente que las decisiones de Trump no afectan a todos los mercados por igual. Fíjense, por ejemplo, que el Hang Seng asiático cae -4,7% en el año, el Dax -2,9%, el Euro Stoxx -1,40%. En cambio, el S&P500 sube +4,80% y el índice Russell 2000 de pequeños y medianos valores sube +10,1% (máximos históricos, ya que este tipo de compañías están menos expuestas a la guerra comercial de Trump contra China).
La realidad es que los aranceles implican una subida de los precios, generándose inflación y pérdidas de empleo, aumentando la volatilidad en los mercados ante la expectativa de que los resultados de las compañías se verán lastrados.
El informe de la Encuesta de Sentimiento de la Asociación Estadounidense de Inversores Individuales (AAII) confirma que los inversores siguen siendo optimistas. Muestra que el sentimiento alcista subió la semana que ha terminado a 43,1% (es cierto que está por debajo de 50 que es la línea que delimita fortaleza o debilidad).
Habría también que añadir que según el índice de sentimiento de la Universidad de Michigan el consumidor también es optimista.
Dos apuntes importantes sobre Bancos Centrales:
– FED: las probabilidades de que la Reserva Federal suba los tipos de interés en el 2018 en total 4 o más veces quedan reflejadas en el siguiente gráfico.
De momento no hay novedades al respecto y el tema de aranceles entre USA y el resto del mundo no va a alterar la hoja de ruta de la entidad. De hecho, el propio presidente, Powell, reconocía que el impacto de la guerra comercial en la economía es difícil de predecir, aunque admitía dormir tranquilo. Además, las Actas de la FED no indicaban cambios.
– BCE: las actas de la reunión de junio del Banco Central Europeo reflejan confianza en lo referente al devenir de la inflación y también daban a entender que la guerra comercial no alterará la planificación que la entidad ha realizado para la salida de los estímulos monetarios, ni tampoco la fecha para subir tipos de interés (verano del 2019).
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es