El tema de Italia y el temor a que el nuevo Gobierno pueda «pasarse» con el gasto, saltarse los controles del BCE y poner en marcha la hoja de ruta para salir del euro, se ha relajado. Podría decirse que Italia aprieta a los mercados pero no ahoga, que dentro de lo malo es lo menos dañino a la vista de la reacción de los inversores.
Fundamental ha sido la primera entrevista que concedía el ministro de Economía lanzando una serie de mensajes bastante tranquilizadores al respecto, como por ejemplo que no tienen entre sus planes salir de la divisa comunitaria, que trabajarán seriamente para reducir su deuda (es el segundo país de la UE con un mayor porcentaje de deuda en relación al PIB, sólo superado por Grecia) y que acometerán reformas estructurales de calado.
Podremos creernos o no estas promesas, pero lo importante es el mensaje lanzado, ya que los mercados se mueven por palabras, previsiones y expectativas, luego ya dirá el tiempo si son ciertas o no, pero a día de hoy sirven de bálsamo a los inversores.
Y la verdad, dado el contexto en el que nos encontrábamos, era sumamente importante mensajes de esta naturaleza. Verán, los pedidos a fábricas alemanas cayeron por cuarto mes en abril, lo que aumenta la posibilidad de que la ralentización económica de comienzos de año pueda empeorar. Para rematar la faena, las exportaciones de la zona euro cayeron por primera vez en cinco años a comienzos de 2018, arrastrando el crecimiento económico, el cual se desaceleró.
¿Todo esto variará los planes del BCE? Esta semana tenemos una triple cita de alto interés. La FED decide sobre los tipos de interés el martes-miércoles, el jueves es el turno del BCE y el viernes el Banco de Japón.
Respecto al Banco Central Europeo, decir que se estará atento por si dan más pistas acerca de la finalización del programa QE. En principio, su hoja de ruta debería de mantenerse, lo que implicaría final del programa en septiembre (si fuese necesario se prorrogaría hasta final de año con reducciones progresivas). Subidas de tipos de interés difícilmente se verán antes de mediados del 2019 (los inversores en el mercado monetario otorgan un 90% de probabilidades de que el BCE eleve las tasas de interés en julio de 2019).
¿Y los mercados? Ya les comenté el 28 de mayo que mucho ruido y pocas nueces, que el tema de Italia afectaría en el corto plazo, salvo una deriva anti euro desmedida, cosa que no se espera.
Los indicadores van bien, la volatilidad se mantiene baja, el sentimiento de los inversores sigue siendo optimista.
El Eurostoxx (futuro), el mercado que manda en Europa, por el momento mantiene el tono y la clave está en que se mantenga por encima de los 3180 puntos, ya que si perdiese esta cota habría problemas.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es